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OTR/PRESS-SANTIAGO
Fue a las 02.30 horas del viernes cuando el capitan del «Ostedijk» envió un aviso al centro de control de tráfico marítimo de Finisterra en la que alertaba del proceso de descomposición que se estaba produciendo en su carga. En aquel momento el buque estaba a unas 50 millas al oeste de A Coruña navegando en dirección a Valencia con 6.012 toneladas de fertilizantes en sus bodegas comúnmente utilizados para actividades agrícolas, mercancía no clasificada como peligrosa por los organismos internacionales, y que normalmente no supone riesgo de contaminación.

A continuación, a las 3 horas se constituyó en la Capitanía Marítima de A Coruña el Centro de operaciones para dar respuesta a la situación y Salvamento marítimo desplazó hasta la zona a dos remolcadores, el «Don Inda» y el «Ibaizabal I», el primero le dio remolque por popa y entre ambos mantuvieron al buque a una distancia segura de unas ocho millas.

Los gases que emite el buque holandés anclado a unos 15 kilómetros de la costa de A Coruña no son peligrosos en espacios abiertos. Así lo aseguró la Delegación de Gobierno de Galicia que «no prevé» que el proceso de descomposición que afecta a parte de las más de 6.000 toneladas de la carga con fertilizantes del buque holandés «Ostedijk» pueda producir contaminación o vertido.

Los gases que emite, apunta el Ejecutivo, tan sólo podrían provocar «irritabilidad y escozor» y no ha afectado a los doce miembros de la tripulación. En todo caso se esperará hasta los resultados del análisis que realice el equipo de evaluación que que accedió al buque, que está a ocho millas (aproximadamente a 15 kilómetros) de la Torre de Hércules en A Coruña; de las condiciones climatológicas; y el estado de la mar, «se adoptarán las decisiones oportunas en cuanto al tratamiento de la carga afectada». Asimismo, aclara que dos remolques lo mantienen a una distancia «segura» de unas ocho millas.