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Munición para la batalla política y mediática en torno al 11-M. Así podría definirse la declaración de el confidente de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) conocido como 'Cartagena', antiguo imán de la mezquita de Villaverde (Madrid) que realizó un extenso relato en el que, implícitamente, señaló con el dedo acusatorio a las Fuerzas de Seguridad. Así, aseguró que los agentes de la UCIE le indicaron «cómo tenía que decir las cosas» ante los jueces y que en una ocasión oyó a un comisario decir «como este moro hable la hemos cagado». En esta línea, se desdijo de su declaración ante el juez de instrucción Juan del Olmo y afirmó haber informado de los lazos entre ETA y los islamistas a la Policía. Asimismo, aseguró que antes del 11-M vio al suicida Serhane Ben Abdelmajid, «El Tunecino», reunirse con policías en una cafetería de Madrid.

Según su relato, Mohamed Achraf -imputado en la denominada 'Operación Nova'- coincidió en prisión con el etarra Juan José Rego Vidal, que le proporcionó teléfonos de otros miembros de ETA y le indicó que «no tuviera duda en llamar si necesitaba ayuda». Además, el confidente, relató un encuentro celebrado en una mezquita antes del 11-M en la que se habló de la posibilidad de «pedir ayuda a los no musulmanes» para llevar a cabo la yihad y se valoró que resultaría beneficioso para ambos. 'Cartagena' explicó que ofreció esta información a sus contactos en la UCIE y que éstos le solicitaron que no lo mencionara en ninguna de sus declaraciones judiciales.