Manifestó que el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, «está nervioso» ya que si la izquierda abertzale se presenta a las elecciones «va a sacar un resultado muy importante, le va a hacer un marcaje al PNV en las instituciones y va a demostrar que la apuesta que hizo el PNV hace treinta años era en interés de partido y no del país». «El 'partido del negocio vasco' -añadió Otegi en alusión al PNV- prefiere que no haya una solución para que siga el negocio».
Ante miles de personas, reunidas ayer por la izquierda abertzale en el Pabellón Bizkaia Arena, del BEC, en el municipio vizcaíno de Barakaldo, Otegi aseguró: «No solo tenemos derecho a estar sino que queremos estar y vamos a estar» en los comicios del 27 de mayo.
El acto, que comenzó con una hora de retraso, hacia las 18.30 horas, se desarrolló con normalidad y desprovisto de cualquier cartel o bandera de Batasuna y de la nueva marca electoral, ASB, que la izquierda abertzale pretende registrar en el Ministerio del Interior para concurrir a las elecciones.
Esta convocatoria pudo celebrarse después de que sus 41 promotores se hubieran comprometido por escrito a no mencionar expresamente esta nueva marca electoral, de acuerdo con las condiciones establecidas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
El juez Garzón prohibió en principio el acto del BEC, a no ser que los 41 promotores renunciaran a citar expresamente a ASB, por entender que estas siglas podrían ser «continuación de Batasuna», por lo que la convocatoria no podía ser autorizada. En el acto, los oradores -Arnaldo Otegi, Jone Goirizelaia y Pernando Barreda- no mencionaron en ningún momento el nuevo partido que se pretende registrar y hablaron siempre de la izquierda abertzale o independentista. El acto se celebró bajo el lema «Badator Euskal Herri Berria» («Ya llega una nueva Euskal Herria»).
Otegi resaltó la intención de la izquierda abertzale de participar en los comicios de mayo «sin subterfugios» y consideró que «si dicen que no, dicen que no a la posibilidad real de construir un proceso democrático».
Aseguró que la izquierda abertzale quiere concurrir a las elecciones «no sólo porque es un derecho democrático y porque queremos un modelo alternativo al de PNV y UPN», sino porque su opción política «quiere participar en el trabajo institucional para que el proceso democrático sea posible».
Consideró que «está en crisis el modelo de transición pactado hace treinta años» y destacó la «guerra de nervios» que se desata cada vez que la izquierda abertzale hace una propuesta.
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