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Los forenses que realizaron las autopsias de las 191 víctimas del 11-M aseguraron ayer que entre ellas no había suicidas, mientras que los expertos que analizaron los restos humanos hallados en el piso de Leganés (Madrid) indicaron que la causa de la muerte de los siete cadáveres era «de carácter suicida».

En trigesimoctava jornada del juicio por el 11-M, al igual que sucedió en la del miércoles, también estuvo presente la huelga de hambre que siguen catorce de los diecinueve acusados que están presos, de los que dos de ellos, Abdelilah El Fadual y Hamid Ahmidan, abandonaron ayer su protesta, mientras que Rabei Osman El Sayed, «Mohamed El Egipcio», y Youssef Belhadj dejaron la huelga de sed que también mantenían y Abdelmajid Bouchar fue hidratado.

Antes de que El Fadual y Ahmidan comieran, los letrados de los catorce procesados entregaron un comunicado al tribunal en el que indicaban que sus clientes estaban dispuestos a llevar su protesta «hasta sus últimas consecuencias».

En la sesión vespertina la directora del Instituto Anatómico Forense, Carmen Baladía, que declaró junto a otros tres médicos forenses, indicó que «no había signos indiciarios propios de un suicida terrorista» entre las víctimas y señaló que había una gran diferencia entre «nuestros 191 muertos y aquellos del 3 de abril», en alusión a los siete autores de la masacre que se suicidaron en Leganés.

Por su parte, los forenses que examinaron los restos de Leganés establecieron el diagnóstico de «carácter suicida» por los «datos positivos» hallados.