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La Fiscalía elevó ayer la petición de pena para el acusado Rafá Zouhier de 20 a 38.958 años, al estimar ahora que fue «determinante» para la obtención de los explosivos del 11-M, mientras que retiró la acusación a Basel Ghalyoun como autor material, por lo que de reclamar para él 38.654 años pide ahora 12.

Así lo anunció ayer la fiscal Olga Sánchez al exponer ayer sus conclusiones definitivas en el juicio del 11-M en la que el resto de las acusaciones también desgranaron las conclusiones finales a las que han llegado respecto a los 29 acusados.

Tras escuchar las conclusiones de la Fiscalía y del resto de las acusaciones y retirar éstas la acusación de Brahim Moussaten, sobrino del acusado Youssef Belhadj (uno de los presuntos ideólogos del 11-M), el tribunal que preside Javier Gómez Bermúdez absolvió de viva voz a este procesado y le anunció que estaba «libre de cargos».

Otro de los acusados a los que la Fiscalía aumenta considerablemente su petición inicial de condena es al procesado Otman El Gnaoui y pide para él 38.972 años de cárcel y no 24 como solicitaba inicialmente al considerarlo autor por cooperación necesaria de los atentados. Por contra, ha retirado completamente la acusación contra los procesados Javier González, «El Dinamita», (relacionado con la trama asturiana) y Brahim Moussaten «al no haber quedado suficientemente esclarecido» su participación en los hechos.

Además mantiene como autores intelectuales de la masacre a Rabei Osman El Sayed, «El Egipcio», Hassan El Haski y Youssef Belhadj y como materiales a Jamal Zougam y Abdelmajid Bouchar, a quienes aumenta su petición inicial de casi 40.000 años debido a la cifra definitiva de heridos que, aunque en un principio era de 1.824, un forense precisó en el juicio que esa cifra asciende a 1.841.