El soldado mallorquín herido en el atentado en el Líbano, Juan Paz Soler, pudo, por fin, ponerse ayer en contacto con su madre Purificación Soler, que vive en Palma, para tranquilizarla. Solo pudo articular varias palabras, pero suficientes: «Estate tranquila mamá, estoy bien, estoy bien».
La madre del soldado afirma que el Ejército «se ha volcado, el trato ha sido muy bueno y siempre han estado ahí para tranquilizarme».
Su madre, después de dos días pendientes de esta llamada, indicaba a Ultima Hora: «Estaba un poco aturdido y sedado, por lo que ha dicho pocas palabras. Yo le he indicado que todos le queremos mucho y que regrese a Palma cuanto antes. Hasta que no esté de vuelta, mi intranquilidad no va a desaparecer, porque en las imágenes de televisión española le he visto mal, pero hay que dar gracias a Dios que no le haya pasado nada más».
El jefe de la Jefatura de Personal de la Comandancia General de Balears, el coronel Bartolomé Cabot, ha sido, en este sentido, la persona de enlace entre la unidad en la que está destinado Juan Paz Soler, el hospital Sidón, en el Líbano, y la familia del soldado, visitando en alguna ocasión la casa de los padres.
En las declaraciones realizadas por Juan Paz Soler a los corresponsales de TVE en el hospital de Sidón, en relación a las causas del atentado, pese a reconocer la población libanesa el trabajo humanitario del destacamento español, comentó un tanto aturdido: «No se que ha sido esto. No lo tengo muy claro».
El director del hospital de Sidon, Hamad Harrawi, declaraba ayer a TVE que la vida de los soldados heridos (Juan Paz Soler y Enrique Vázquez) no corría peligro alguno, «tienen quemaduras de segundo grado y en dos días podrán viajar, para estar en una semana de alta. Los dos evolucionan bien de las quemaduras», señaló.
Juan Paz Soler viajará al hospital militar Gómez Ulloa de Madrid, donde acabará de recuperarse de sus heridos, hasta que se le el alta. Indicar que personal del Ejército de Tierra, respecto al atentado, ha destacado que el hecho de que hayan salvado sus vidas los dos soldados es «algo milagroso por la cantidad de explosivo, ya que un blindado BMR no soporta una explosión de estas características, que provocó la muerte de seis soldados».
Por otra parte y según fuentes de la investigación el atentado necesitó al menos diez días de preparativos. Además, las fuentes aseguraron que el atentado fue perpetrado por «entre tres y cinco personas», que utilizaron un Renault Rapide como coche bomba y un segundo vehículo de apoyo, pero no especificaron cuál pudo ser el cometido de este segundo coche.
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