Los dos soldados españoles que resultaron heridos en el atentado que el pasado domingo costó la vida a seis militares en el Líbano, aterrizaron en torno a las 18:45 horas de ayer en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde fueron recibidos por la secretaria de Estado de Defensa, Soledad López. Los soldados Enrique Vázquez Matey, de 21 años y nacido en Madrid, y Juan Paz Soler, de 19 años y natural de Palma de Mallorca, se encuentran, según indicaron fuentes militares españolas, en «buen estado, conscientes y encantados de volver a ver a sus familias».
La madre de Enrique Vázquez, Asunción Matey, quiso recordar el dolor de las familias de los seis militares que fallecieron en el atentado terrorista en el que cayó herido su hijo, que dijo tienen que «estar destrozadas».
En el recibimiento, los dos militares estuvieron acompañados por familiares y por algunas autoridades militares, entre ellas, el director del gabinete técnico del Ministerio, teniente general Miguel Lens. Tras el aterrizaje, los dos soldados fueron descendidos en camilla por la escalerilla del avión medicalizado de la Fuerza Aérea Española, en el que viajaron, y fueron conducidos a dos ambulancias, en las que fueron trasladados al hospital militar Gómez Ulla, en donde permanecerán ingresados hasta su recuperación.
Se espera que en los próximos días reciban la visita del ministro de Defensa, José Antonio Alonso, quien el pasado lunes ya tuvo la ocasión de preocuparse de primera mano por el estado de salud de ambos militares durante su estancia en el Líbano. La secretaria de Estado de Defensa, Soledad López, indicó en declaraciones a los periodistas que los soldados «han hecho un viaje bueno» y «se encuentran bien», aunque «tienen quemaduras», precisó.
Asimismo, añadió que «han estado atendidos en todo momento» y que el equipo médico, que les tratará en el hospital militar Gómez Ulla, ya se encuentra «preparado» para su atención. «Veo cómo las familias han visto que hemos estado apoyándoles desde el primer momento», prosiguió Soledad López, quien insistió en que los dos militares «se encuentran bien, que es lo más importante».
«Yo le doy las gracias a Dios», continuó, «no hay palabras para explicar esto. Mi hijo está vivo». Asunción Matey tuvo palabras de agradecimiento para los militares españoles, libaneses y para el personal sanitario del hospital de Sidón, donde los soldados estuvieron ingresados en el Líbano, así como para el Ministerio de Defensa por la atención que todos ellos han dispensado a su hijo.
Los soldados partieron del aeropuerto Rafiq Hariri de Beirut en torno a las 13:00 horas rumbo a la base aérea de Torrejón de Ardoz. Horas antes, en el mismo aeropuerto libanés, aterrizó un avión español con un cargamento de inhibidores de frecuencia que se instalarán en vehículos de los cascos azules y de la embajada de España, dijeron las fuentes militares.
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