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EFE-ERMUA El recuerdo de la rebelión cívica y política contra ETA y su entorno nacida tras el secuestro y asesinato del edil de PP, Miguel Angel Blanco, conocida como «Espíritu de Ermua», centró ayer los actos conmemorativos organizados con motivo del décimo aniversario de su muerte, marcados por la división entre el PSOE y el PP. El presidente Rodríguez Zapatero, algunos partidos (entre ellos socialistas y populares), junto a varias asociaciones antiterroristas, manifestaron ayer su deseo de recuperar el llamado 'Espíritu de Ermua', basado en la unidad política.

La Fundación Miguel Àngel Blanco y el PP organizaron una manifestación, que fue secundada por cerca de tres mil personas, entre ellas, destacados dirigentes populares como Àngel Acebes, Eduardo Zaplana, Ignacio Astarloa, Alberto Ruiz-Gallardón o Carmelo Barrio. Todos ellos ensalzaron, ante los medios, la movilización contra ETA que siguió a la muerte de Miguel Angel, secuestrado el 10 de julio de 1997 y asesinado por ETA 48 horas después, y criticaron la ausencia de representantes socialistas en el acto.

Àngel Acebes afirmó que «es el momento de recordar el orgullo de millones de españoles que no han cedido al chantaje de los terroristas y han mantenido vivo el Espíritu de Ermua» y dijo «echar de menos a muchos socialistas que hace diez años sí que estaban aquí». Eduardo Zaplana, que calificó de «tremendo error» la ausencia de socialistas, subrayó que los actos conmemorativos servirán para «recordar el sacrificio de una persona que es un mártir por la libertad y de la democracia y que nos da estímulo para combatir el terrorismo y luchar por las libertades».