El propio director del centro, Alberto Saiz, reconoció que en la historia del CNI no se había vivido una historia similar a la de Roberto Flórez García.

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En un hecho insólito dentro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) la Policía Nacional detuvo ayer en Tenerife al ex agente Roberto Flórez García, que en sus últimos años como miembro de los servicios de información españoles, entre 2001 y 2004, sirvió como agente doble para una agencia de inteligencia extranjera, posiblemente de Rusia.

Según el director del CNI, Alberto Saiz, aunque «la seguridad nacional no ha estado en riesgo» el espía doble vendió información sensible sobre el funcionamiento del departamento que obligó a llevar una reestructuración del mismo. Entre esos datos clasificados, que le podrían costar entre seis y doce años de cárcel por traición, podrían estar las identidades de los seis agentes del CNI asesinados en Irak en 2003.

Saiz explicó que las primeras sospechas sobre una posible fuga de información desde dentro del CNI se levantaron en 2005, cuando una serie de «indicios» que no precisó, pero que en todo caso no fueron «inconexos», despertaron «serias sospechas» de que se estaba produciendo una filtración de «información sensible». «Acontecimientos aparentemente sin trascendencia indicaban que había una fuga de información que nos llevó a un agujero de seguridad» y por los que se abrió una investigación, explicó el director del CNI.