Fernado Puras, ayer durante el anuncio de su renuncia a los medios. Foto: MARÍA CORELLA/EFE

TW
0
EFE-PAMPLONA El cabeza de lista al Parlamento por el PSN, Fernando Puras, anunció ayer su dimisión como parlamentario después de que la tesis defendida por la Ejecutiva navarra de negociar un Gobierno tripartito con NaBai e IUN bajo su presidencia fuera rechazada el pasado viernes por la Ejecutiva federal del PSOE. Puras deja atrás el liderazgo, junto con el secretario general del PSN, Carlos Chivite, de más de dos meses de negociaciones con el resto de fuerzas del Parlamento al frente de su partido, cuya Ejecutiva y Comité Regional apostaron por un Gobierno con NaBai e IUN, una posición que finalmente la dirección federal no autorizó.

En una comparecencia en la que leyó un comunicado sin admitir preguntas, Puras dijo al respecto: «la conocida diferencia de criterio con la decisión adoptada no puede dar lugar sino a mi dimisión como parlamentario foral». Añadió que lo que formalizará «de modo inmediato» mediante la entrega de su acta de parlamentario y que retornará a su actividad profesional.

En ese sentido, mostró sus disculpas a quienes le dieron su apoyo en las elecciones. «He intentado no frustrar sus ilusiones sino hacerlas realidad. No ha sido posible esta vez. Espero que con otra persona sea posible en un futuro próximo», auguró.

Puras había comunicado poco antes su decisión a la Comisión Ejecutiva regional, reunión que abandonó para explicar los términos de su actuación a la prensa, ante la que agradeció la actitud mostrada hacia él por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el secretario general del PSN, Carlos Chivite.

En ese sentido, recordó que es miembro del PNS-PSOE y, «como cualquier otro afiliado -señaló-, mientras mantenga esa condición debo respetar sus estatutos y las competencias que estos atribuyen a los diferentes órganos, me gusten más o me gusten menos las decisiones que adopten», por lo que «no caben actitudes de rebelión». Por el contrario, defendió que es «posible defender democráticamente la tesis que se entienda más procedente. Eso he hecho, pero cuando se produce la decisión no cabe sino acatarla o autoexcluirse», dijo para asegurar que alentar «desde fuera» del partido «o desde dentro» otro tipo de actitudes es «un despropósito condenado políticamente al fracaso».