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EFE-VALENCIA El presidente del PP, Mariano Rajoy, ofreció ayer un «nuevo consenso» para recuperar la concordia y la unidad frente a la actitud del Gobierno de «cuestionar» la herencia de la Transición, y, para forjarlo, anunció que pedirá la confianza de quienes votaron a la izquierda en el pasado. Rajoy resumió en ese ofrecimiento de «Nuevo Consenso con mayúsculas» su proyecto de gobierno, expuesto en el acto de presentación de su candidatura a la jefatura del Ejecutivo celebrado en Valencia y en el que estuvo arropado por la cúpula de su partido.

El líder del PP pronunció un discurso de candidato en el que dijo que su pretensión no era hablar del Gobierno actual, sino de futuro y de ilusión, y en el que no se refirió a cuestiones de actualidad política como los problemas de las infraestructuras en Catalunya. Rajoy se comprometió a abrir una nueva etapa de estabilidad, progreso y bienestar, en el que ese nuevo consenso «sirva a todos, piense en todos y exija a todos», y se ofreció para «liderar las ganas de cambio» ante la «miopía» del actual Gobierno.

El presidente del PP, quien expresó su condena a todas las dictaduras, se proclamó orgulloso de la historia de España, «a la que -dijo- no quito una coma ni pretendo contarla de manera distinta a cómo sucedió». Fue entonces cuando adelantó su intención de pedir la confianza de quienes votaron a la izquierda en el pasado, planteamiento que justificó por la necesidad de sumar las voluntades de quienes creen que «la igualdad no puede ser doblegada por el egoísmo de los privilegios» y de estar unidos los que quieren que no se rompa la unidad de España.

Una unidad en la que ve compatible el respeto a su diversidad con la solidaridad entre sus Comunidades y en la que se hablen las lenguas cooficiales pero todos puedan utilizar el castellano.

«Quiero una España en la que cumplir la ley, honrar nuestra bandera y nuestro símbolos no sea un acto de heroicidad, sino un ejercicio de normalidad democrática; una España en la que no se negocie con terroristas», añadió Tras reprochar a la izquierda que quiera dar al PP lecciones democráticas o carnés de ciudadanía, rechazó que se esté en deuda con los nacionalismos y subrayó que él ha convivido con los nacionalistas y puede seguir haciéndolo. Entre aclamaciones de «¡presidente!», aseguró ser el candidato «del mejor partido de Europa».