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OTR/PRESS-MADRID
«Acudo a esta cámara para solicitar su confianza con el objetivo impulsar una idea clara de España, un país próspero y eficiente». Con estas palabras iniciaba el candidato a la reelección José Luis Rodríguez Zapatero su discurso en el debate de investidura en el Congreso de los Diputados.

Su intervención tuvo un claro matiz económico y prueba de ello es que entre sus primeras propuestas se encontraba el anuncio de una serie de medidas para luchar contra la crisis económica que se darán a conocer en los próximos días. El candidato a la presidencia asegura que no habrá recortes en derechos sociales ya que «hay margen de actuación». Para ello solicitó la colaboración de todos los agentes sociales implicados en la economía. «Esto va a ser tarea de todos y estamos en condiciones de conseguirlo», aseguró ante los 350 diputados de la Cámara baja.

Según lo previsto, la economía fue uno de los temas estrella del debate. Zapatero dedicó la primera parte de su discurso a hacer un balance de la situación económica, en la que admitió sin rodeos que en la primera mitad de la legislatura las tasas de crecimiento y de empleo serán «más desfavorables» a las registradas en la pasada legislatura.

El líder socialista liga la desaceleración española a las dificultades internacionales, que se dejan notar en nuestro país. «La fortaleza de la economía española es un buen amortiguador pero no un muro que nos aísle del resto de la economía mundial». No obstante asegura que este es un «horizonte transitorio, un paréntesis», ya que luego se retomará «con vigor la generación de empleo y el crecimiento».

El candidato se mostró confiado en la fortaleza de la economía española para afrontar la crisis. Para ello anunció que se centrará en los próximos meses en tres frentes: una política fiscal cauta y prudente, una política económica que reduzca el diferencial de inflación y un dialogo permanente con los agentes sociales.

Todo esto «sólo puede tener éxito en un clima de entendimiento y colaboración». Por eso, Zapatero ofrece un «gran acuerdo social» para el que convoca a sindicatos y patronal. «Esta es mi idea de España. Un país que distribuye con equilibrio la riqueza que genera», afirmó.

Ante esta situación, avanzó las principales medidas que el nuevo Gobierno adoptará con carácter urgente, entre las que citó la deducción de 400 euros en el IRPF para pensionistas, asalariados y autónomos, una ayuda que calificó de «importante» y de un «impulso» para la economía, y el adelanto de las devoluciones del IVA a los empresarios, que les permitirá recuperar el impuesto soportado con más celeridad.