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EFE-SAN SEBASTIÀN
Los ayuntamientos de Soraluze y Legazpi, gobernados por ANV, han sido los primeros consistorios de Guipúzcoa que han aprobado la denominada «moción ética» que exige la dimisión de los ediles que no condenen la violencia, lo que podría propiciar la futura presentación de sendas mociones de censura. Estos dos municipios del interior de Guipúzcoa celebraron sendos plenos al igual que ocurrió por la tarde en el Ayuntamiento de Villabona, donde no prosperó la moción que promueven el PSE/EE y el PNV tras el asesinato en Arrasate-Mondragón del ex concejal socialista Isaías Carrasco.

En Soraluze, donde gobiernan conjuntamente ANV y EA, la moción fue votada por puntos y contó con los tres votos favorables del PNV, dos del PSE/EE y uno del PP, mientras que EA, que tiene otros dos concejales, apoyó sus dos primeros apartados, pero rechazó el tercero, el que pedía la dimisión de los ediles que no condenen la violencia, por lo que fue aprobada pese al voto contrario de los tres representantes de ANV.

El alcalde, Jose Luis Arizaga, pidió reiteradamente a los presentes que respetasen las intervenciones de los ediles durante la sesión, en la que se trataron también mociones del PP, EA y de los ediles de ANV a título personal y no como grupo para sortear una posible actuación judicial por no respetar la suspensión de actividades, ninguna de las cuales salió adelante.

Tras la aprobación de la moción de PNV y PSE, el primer edil tomó la palabra para asegurar que los concejales de la izquierda abertzale no van a dimitir ni en Soraluze ni en ningún sitio y que continuarán con su labor. Arizagaaprovechó la ocasión para mandar un «caluroso abrazo» a la alcaldesa de Arrasate, Ino Galparsoro, encarcelada desde el pasado miércoles por orden de la Audiencia Nacional.