Los primeros cien días del Gobierno surgido de las elecciones del 9 de marzo han servido para rebajar la tensión con la oposición y dar pasos en favor de la unidad en asuntos de Estado, aunque la crisis económica ha ensombrecido la nueva etapa de José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa.
La investidura, lograda el 11 de abril en segunda votación y con el único respaldo del PSOE, fue un presagio del pleno del Congreso del pasado 2 de julio, en el que la oposición le exigió en bloque que reconociera la situación económica y actuara.
Zapatero no pierde la confianza y pide esperar a ver los efectos de las más de cuarenta medidas adoptadas por su Gobierno en estos cien días, pero la inflación, el paro, la subida del Euríbor y el desplome de la construcción han situado la economía en el eje de la confrontación política.
La lucha antiterrorista, gracias también a la renovación vivida en el PP, ha salido así del debate partidario, y el mayor golpe asestado por ETA en la legislatura -el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel al explotar una furgoneta bomba junto al cuartel de Legutiano (Àlava)- no hizo sino reforzar el consenso. Días después, la Guardia Civil y la policía francesa detenían en Burdeos a la cúpula de la banda terrorista, encabezada por Francisco Javier López Peña «Thierry».
El segundo punto de encuentro, la decisión del Gobierno y del PP de recurrir de inmediato ante el Tribunal Constitucional la ley promovida por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para convocar una consulta popular en el País Vasco el próximo 25 de octubre.
Los dos principales partidos han dado pasos también para lograr la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.
Zapatero confía en que la reunión que mantendrá el miércoles con Mariano Rajoy en la Moncloa levante el bloqueo que impide el normal funcionamiento de las dos instituciones, y espera avanzar igualmente en la reforma del modelo de financiación autonómica.
En su Gobierno, por primera vez en la historia con más mujeres que hombres, la crisis ha llevado al vicepresidente económico, Pedro Solbes, a acaparar los focos que antes rodeaban a la vicepresidenta política, María Teresa Fernández de la Vega, pero tampoco ha pasado desapercibida la titular de Igualdad, Bibiana Aído.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.