TW
0

El número de efectos de comercio devueltos por impago por parte de clientes, tanto particulares como empresas, ascendió a 573.118 en el mes de junio, lo que supone un 45,7% más que en el mismo mes del año anterior. El importe de estos efectos impagados alcanza los 1.820 millones de euros, con un incremento del 118,3% respecto a junio de 2007.

Con todo, el porcentaje de los efectos de comercio impagados disminuye ligeramente respecto al del mes de mayo, alcanzando el 4,7% del total de efectos vencidos. En Balears, el número de efectos devueltos por impago fue de 5.810, cifra que supone un porcentaje del 5,2 por ciento respecto a los vencidos, cinco décimas por encima de la media.

Por quinto mes consecutivo el importe medio de los efectos de comercio impagados es superior al importe medio de los efectos vencidos, según datos de Estadística. En el mes de junio, el importe medio de los efectos de comercio impagados ascendió a 3.176 euros, un 49,9% más que en el mismo mes del año anterior.

Por otra parte, las cajas de ahorros registraron durante el primer semestre de 2008 su peor tasa de morosidad en los últimos ocho años. En concreto, este índice cerró los seis primeros meses del año en el 1,78%, 1,12 puntos porcentuales por encima del nivel alcanzado un año antes, y anticipando un posible incremento de la tendencia que podría llevar a la morosidad en torno al 2,3% a finales del actual ejercicio.

El mal dato coincide con un artículo del 'Wall Street Journal' que augura que la banca española es la siguiente en sufrir las restricciones de liquidez y, en concreto, sitúa a las cajas como el «eslabón más débil» de la cada vez más frágil cadena.

En otro orden de cosas, el índice de evolución del valor nominal de tasación de las viviendas en España sigue acumulando descensos y, con el de julio, ya van cinco mensuales consecutivos. Así lo anunció ayer la entidad de tasación Tinsa que, a través de un informe, señaló que el índice cayó un 3,9% en el sexto mes del año con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

El descenso es especialmente significativo en la costa mediterránea, donde la caída interanual alcanzó el 6,7%, mientras los archipiélagos siguen siendo las zonas más rezagadas en la corrección de sus valores. La burbuja inmobiliaria sigue desinflándose y, en el ámbito de la tasación, los retrocesos se acumulan.