Imagen de archivo del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente del PNV, Íñigo Urkullu.

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OTR/PRESS-BILBAO

Con la consulta aprobada en el Parlamento vasco rechazada en el Tribunal Constitucional, el siguiente paso en aras del derecho de decisión parece estar en Europa. El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, no obstante, puntualizó ayer que no deben centrarse los esfuerzos en recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo. Así, defendió respuestas «más amplias», de cara a hacer, entre otros asuntos, «pedagogía en Europa». Los socios de la formación jeltzale en el tripartito, EB y EA, aludieron a esta polémica para reafirmar que no se contempla la posibilidad de no presentar la demanda ante el tribunal europeo, paso para el que de momento no hay fecha prevista.

La defensa de la consulta seguirá, según Urkullu, «sea en el ámbito de la iniciativa parlamentaria, de la asamblea parlamentaria, del Consejo de Europa, de los movimientos europeos, de los propios partidos políticos europeos o sea incluso, sin renunciar a ello, ante las instancias judiciales europeas». Así lo afirmó el líder jeltzale, quien no se refirió directamente a las anunciadas denuncias ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos porque, a su juicio, otras «personas y responsables políticos» también han hablado «de recurrir a las instancias políticas parlamentarias, de hacer pedagogía en Europa».

En este sentido, defendió la «internacionalización del problema derivado de la sentencia del TC», que prohibió la celebración de la consulta fijada para el 25 de octubre. Urkullu habló, en una entrevista a la Cadena Ser, de una respuesta a la resolución «más amplia» que la únicamente judicial, especialmente porque las posibles demandas individuales de los ciudadanos en Estrasburgo tiene «ciertas complicaciones operativas procedimentales».

«Queriendo simplificar el trabajo para los ciudadanos, lo que recabamos de los ciudadanos es que muestren su adhesión a estas iniciativas»,