La crisis económica, y especialmente la del sector inmobiliario, ha provocado el tercer déficit consecutivo de las cuentas del Estado, que en agosto se elevó al 14.638 millones de euros, el 1'31 por ciento del PIB, según informó ayer en rueda de prensa el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
El déficit en las cuentas del Estado hasta agosto se debió a que entre enero y ese mes los ingresos del Estado cayeron un 17'7 por ciento, hasta los 83.838 millones de euros, mientras que los gastos aumentaron un 9'4 por ciento con respecto al mismo periodo de 2007, hasta 98.476 millones de euros.
Por otro lado, Ocaña destacó que las rebajas fiscales y los cambios normativos aprobados por el Gobierno en los últimos meses han supuesto una inyección de liquidez de 11.150 millones de euros que ayudará a las familias y a las empresas a afrontar el deterioro económico. Dicha inyección se eleva a 13.250 millones (el 1 por ciento del PIB) si se incluyen los adelantos de las devoluciones tanto del IVA como del IRPF, que se calcula que suponen otros 2.100 millones de euros.
Recaudación neta
Estos cambios normativos se deben tener en cuenta, según el secretario de Estado, a la hora de analizar la recaudación neta, que en el conjunto de las Administraciones públicas ascendió a 122.892 millones de euros, un 10'2% menos que en el mismo periodo de 2007.
En este sentido, indicó que el Gobierno no descarta tomar nuevas medidas, aunque advirtió de que las actuales son suficientes porque van a la raíz del problema. A su juicio, lo esencial del deterioro ya se ha producido, aunque puede que en los próximos meses «haya alguna corrección».
Por otra parte, las cuentas de la Seguridad Social continúan sorteando la actual crisis económica y en los primeros ocho meses registraron un saldo positivo de 15.971'38 millones de euros, un 4'05 por ciento más que en el mismo periodo de 2007, informó ayer el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
No obstante, los gastos crecieron hasta agosto casi dos puntos más que los ingresos. Así, el superávit es resultado de la diferencia entre unos ingresos de 84.025'86 millones de euros, que crecieron un 8'9%, y unos gastos de 68.054'48 millones, que lo hicieron un 10'11%.
En términos de caja, el superávit fue de 14.765'97 millones de euros, resultado de unos ingresos de 82.150'88 millones, un 9'14 por ciento más, y unos gastos de 67.384'91 millones, un 9'66 por ciento superiores.
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