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El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó ayer el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de los cuatro presuntos integrantes del 'comando Nafarroa' de ETA detenidos el pasado martes en Pamplona y Valenia. El juez cree que conformaban «un comando autónomo con la suficiente formación y material para el inicio de atentados» y que, de hecho, estaban listos para atentar después de haber mantenido una reunión en Francia con Garikoitz Aspiazu 'Txeroki', máximo responsable del aparato militar de la banda terrorista ETA.

En el auto dictado por Pedraz, el juez señala que el presunto líder del comando, Aurken Sola, y su segundo, Xabier Rey, «formarían parte de un comando autónomo de legales integrado en ETA, con la suficiente formación y material necesario para el inicio de la realización de acciones de carácter terrorista». Llega a esta conclusión a partir de las vigilancias policiales realizadas a estos dos detenidos que «permitieron detectar un viaje a Francia (urbanización Residence Lissardy) para, al parecer, mantener una reunión con Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki'».

El auto del juez detalla además que fue la compañera sentimental de Xabier Rey, Araitz Amatria, la que «facilitó el inmueble de la Residence Lissardy (perteneciente a su tia) para desplazamientos a Francia, donde mantendrían contactos con dirigentes de ETA».

Pedraz destaca además los hábitos de comportamiento de Rey y Sola, que utilizaban usualmente «vehículos prestados» y «se dirigían hasta lugares apartados de Navarra sin motivo aparente haciendo recorridos y maniobras al objeto de detectar si estaban siendo objeto de algún seguimiento». Además, el juez explica la existencia de un cuarto trastero «ajeno a los domicilios de ambos y alquilado por Xabier Rey al que trasladaban material por la noche desde un zulo». En el registro de ese trastero se incautó material apto para la fabricación de explosivos y dos revólveres. Además en la casa de Sola se halló «unas memorias USB con contenido relacionado con ETA».

Por ello el juez considera en relación a Rey y Sola que estos hechos serían constitutivos de un delito de integración en banda terrorista, un delito de tenencia y depósito de armas, otro delito de tenencia y depósito de explosivos y un delito de conspiración para la comisión de atentados. En cuanto Araitz Amatria, «al parecer experta informática», y al cuarto detenido, Sergio Boada, Pedraz les considera «autores de un delito de colaboración con banda armada».

Un error de coordinación entre la Gendarmería y la policía francesas dejó sin vigilancia un zulo de ETA que había sido descubierto en el suroeste del país, lo que pudo permitir a miembros de la banda acudir al lugar. En el escondite, encontrado el pasado fin de semana en un bosque de Dordogne, se halló diversa documentación, que fue inmediatamente enviada a dependencias policiales para su investigación. A causa de un fallo de coordinación, el zulo permaneció sin vigilancia policial durante tres cuartos de hora, tiempo en el que fue visitado por individuos «sospechosos» de pertenecer a ETA, según las fuentes. Sin embargo, éstos no pudieron llevarse nada del escondite puesto que toda la documentación allí encontrada había sido requisada por la policía. El zulo estaba siendo vigilado por agentes de la Gendarmería hasta que la Fiscalía Antiterrorista de París ordenó que fuera la policía la encargada de su custodia.