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OTR/PRESS-VALENCIA/MADRID El atentado de Afganistán, en el que fueron asesinados dos miembros del Ejército español, ha alcanzado de lleno a la columna vertebral del CNI: la División de Inteligencia Contraterrorista. Su máximo responsable, Agustín Casinello, ha sido destituido por el director general del Centro, Alberto Sáiz, al detectarse un «déficit continuado» de información en la zona de Afganistán que, según informa Abc, habría tenido consecuencias directas en la comisión del atentado.

Al frente de esta unidad "por su importancia tiene la categoría de director general" se encuentra ya Raquel Gutiérrez, con reconocida experiencia en esta división vital.

Según fuentes oficiales del CNI, relacionar la situación concreta que vive Afganistán con los cambios en la agencia «carece de todo sentido» y aseguran que el relevo de Agustín Casinello tiene que ver con razones de orden interno y no responde en modo alguno a una destitución.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Àngel Moratinos, aseguró ayer que España no aumentará sus tropas en Afganistán porque «ya ha pagado un precio alto» en el país asiático, con la muerte, esta misma semana, de dos soldados en un ataque suicida.

Moratinos resaltó que España tiene una presencia «eficaz» en Afganistán, con un total de 800 militares, que su aportación económica es «elevada», y que contribuye a la construcción de nuevas instalaciones y al desarrollo de un programa agrícola para sustituir los cultivos de opio por otras producciones «más útiles y rentables».

De hecho, recordó que la contribución de España en los últimos cinco años para Afganistán ha sido de 150 millones de euros y consideró «razonable» y «significativo» el papel de nuestro país. Según defendió, España no aumentará el contingente que tiene actualmente desplegado en Afganistán, porque «ya ha pagado un precio alto», sino que la solución pasa por «la ayuda a la cooperación, al desarrollo de hospitales y carreteras, y al crecimiento de instituciones políticas» en el territorio, así como «mejor» coordinación en el terreno de la mano de la ONU.