Una enmienda presentada por la delegación balear que asiste a la Asamblea de Izquierda Unida va a marcar la 'hoja de ruta' de la coalición y es posible que, de llegar a un acuerdo, sea decisiva para la futura dirección.
El plenario de la asamblea asumió ayer la propuesta de Balears, sobre la necesidad de refundar IU, y anoche se negociaba como alternativa a cualquiera de los tres documentos que llegaron a la asamblea.
EU-Balears ha jugado un papel destacado en la 'cocina' previa a la asamblea, tal como ha venido informado este periódico. Eberhard Grosske dijo anoche a Ultima Hora que es cierto que su nombre se había barajado como coordinador. Afirmó que veía dificultades políticas y familiares y que por eso siempre se había resistido. Consideró que, pase lo que pase, Balears tendrá un «papel destacado.
Lo cierto es que las familias de Izquierda Unida no logran consensuar el nombre de su futuro coordinador general, y si las conversaciones no fructifican, el cónclave se cerrará hoy sin un sustituto de Gaspar Llamazares.
La solución de una dirección colegiada estuvo presente durante todo el día en boca de los representantes de las diversas corrientes.
En sus declaraciones públicas, muchos de ellos aseguraron que no sería un drama que eso ocurriera, pero gran parte de los 800 delegados que han acudido a la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid reconocieron que el mensaje que se daría a la sociedad no es nada aconsejable para IU.
Desde primera hora se seguían barajando los tres nombres con más posibilidades de optar al cargo de coordinador general: Inés Sábanés, del sector 'llamazarista'; Cayo Lara, auspiciado por el PCE, y Joan Josep Nuet, cabeza de la denominada 'Tercera Vía' o 'Nacional II' (por estar apoyada por las federaciones de Madrid, Aragón y Cataluña).
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