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El diputado de ERC Joan Tardà aseguró ayer que sus declaraciones en un acto de las JERC en el Día de la Constitución, en que exclamó «¡Muerte al Borbón!» durante su intervención hacían referencia «de forma metafórica» a una «frase célebre», y afirmó que nunca ha deseado «la muerte de ninguna persona».

«Me parece poco riguroso que se diga que yo afirmé eso», explicó Tardà en una entrevista a RAC1, en la que aclaró que aludió a una «expresión popular de la Guerra de Sucesión, en la que se apelaba metafóricamente a la lucha en contra de los borbones y lo que entonces significaban».

El diputado demandó no caer en el «reduccionismo y en lecturas lineales de un mitin», y consideró que la interpretación «totalmente desviada» de su frase denota «ignorancia».

«En 1931 se gritaba lo mismo -relató-, ya que nuestros abuelos gritaban 'Viva Macià, muera Cambó!' por las calles de Barcelona. Eran gritos populares, absolutamente metafóricos, que significaban justamente que, para renacer una nueva era, debe enterrarse otra».

Por ello, consideró «evidente» que las personas que gritaban ese lema «no deseaban la muerte de una persona tan ilustre como Cambó».

Lamentó que «la anécdota acabe prevaleciendo por encima de la categoría», y defendió que el acto de las JERC pretendía evidenciar el rechazo a una Constitución que «no reconoce los derechos nacionales de Catalunya y que, además, impone una institución monárquica que es ajena a la legalidad republicana de entonces».

«Entiendo que puede ser más o menos afortunado», reconoció, pero consideró: «Se haga lo que se haga, seremos objetivo de la gente interesada que sólo quiere hacer daño».

Así, Tardà no se mostró sorprendido por las consecuencias de su intervención, ya que los republicanos pueden esperarse «cualquier cosa».

«Que se lo expliquen al vicepresidente del Govern catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, u otros políticos independentistas que están siempre en el punto de mira de aquellas personas que hacen de la anécdota la hoja de ruta».