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EFE/OTR-MADRID/BILBAO El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acusó ayer al PSE de pretender dar «un golpe institucional» en Euskadi que, de confirmarse, respondería a «una estrategia de Estado entre el PP y el PSOE», en referencia a la posibilidad de que, finalmente, los socialistas conformen un gobierno en minoría liderado por Patxi López, que accedería a la Lehendakaritza con los votos de los populares. En este sentido, Urkullu apuntó que su formación propondrá a los partidos políticos vascos, con los que hoy inicia una ronda de contactos, «un acuerdo de estabilidad en base a un Gobierno fuerte y estable» liderado por el PNV.

El líder nacionalista afirmó que el PNV es «el partido líder y el auténtico ganador» de las pasadas elecciones autonómicas vascas, y consideró «irresponsable» que, en la actual coyuntura económica, se someta a Euskadi a «la inestabilidad o a experimentos» que pueden llevar a lograr la Lehendakaritza, pero también «a la parálisis institucional» o a gobernar desde «el frentismo».

Por ello, anunció que el PNV buscará, en su ronda de contactos con los partidos vascos, «un acuerdo de estabilidad política y económica» de «amplia base», liderado por la formación nacionalista. La primera reunión la mantendrá hoy con el PSE-EE, el viernes con el resto de formaciones, excepto con el PP, cuyo encuentro, por problemas de agenda de los populares, se retrasará al lunes o martes.

Su propuesta parte de la intención de su partido de «obrar con la responsabilidad, con altura de miras y también en pro del beneficio del país» para lograr «un Gobierno coherente, fuerte y estable» porque «es el momento de pasar página y cerrar una etapa de enfrentamiento político», para lograr otra caracterizada «por el diálogo y el acuerdo».