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El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás, pidió ayer más medidas al Gobierno para ayudar a los hipotecados y al propio sistema financiero, y recomendó a las entidades que aumenten su solvencia y colaboren para evitar una «situación dramática».

Quintás, que compareció en la Comisión de Economía del Congreso para dar explicaciones sobre la restricción crediticia, consideró que lo que se está haciendo «no está a la altura de la envergadura» de una crisis que durará «más de tres años» y que en España será «más larga» que en el resto de países.

Así, advirtió de que si no se actúa con «mayor contundencia», las consecuencias serán «dramáticas», por lo que reclamó que se exploren nuevas posibilidades y que, en el caso del sistema financiero, no se piense que todas las soluciones se encuentran en el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), «un cementerio de entidades» y cuya dotación «no da ni para empezar» si la situación se prolonga.

Para afrontar esta situación de «emergencia nacional», el presidente de la patronal de las cajas recomendó que se lleven a cabo estímulos económicos y reformas estructurales. Entre otras iniciativas, propuso que se apoye a quienes tengan una hipoteca, al estilo del plan hipotecario aprobado por la administración del presidente de EEUU, Barack Obama, y que para ello las entidades compartan riesgos con la Administración, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

En su opinión, de hecho, las cajas y los bancos «tendríamos que plantearnos y ver hasta dónde podríamos llegar para ayudar a las familias sin arriesgar la solvencia de las entidades».

Asimismo, consideró necesario que existan protecciones preventivas frente a riesgos sistémicos, es decir, que el sistema financiero prepare sus «defensas», sus coberturas frente a escenarios hostiles, mediante, por ejemplo, el incremento de la solvencia.

En este sentido, pidió al Gobierno que avale las emisiones de participaciones preferentes de las entidades financieras para que éstas puedan incrementar su solvencia y, en consecuencia, el crédito que conceden.

Para Quintás, reforzar la solvencia es ahora algo «muy conveniente» para una entidad que quiera evitar intervenciones.

El presidente de la CECA recordó que el coeficiente de solvencia de las cajas está en el 11,8 por ciento y el de los bancos en el 10,9 por ciento, y que tener estos coeficientes por debajo del 8 por ciento supondría la intervención.

Todas estas iniciativas deben llevarse a cabo bajo tres condiciones: el consenso, la lealtad recíproca, la transparencia plena y el «timing», el tiempo para llevarlas a cabo, incidió.

En cualquier caso, Quintás calificó de «exitosas» algunas de las medidas llevadas a cabo, como los avales a las emisiones de la banca y el Fondo de Adquisición de Activos Financieros, en tanto que han logrado evitar el colapso del sistema financiero y la reducción drástica del crédito.