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La Caja Castilla La Mancha (CCM) fue sometida a dos revisiones por el Banco de España en el último año y éste recomendó su integración en otra entidad el pasado octubre, según explicó ayer en el Congreso el gobernador del organismo, Miguel Àngel Fernández Ordóñez.

El gobernador dijo que ya en 2003, en las recomendaciones del Banco de España tras una revisión se recomendó a sus administradores, «como a los de otras entidades», que reflexionasen sobre el volumen de financiación de la actividad promotora debido al elevado riesgo que comportaba.

El Banco mantuvo esta preocupación en los siguientes ejercicios al revisar la actividad de la CCM, y tras la primera que realizó en 2008 advirtió de que había un «importante volumen de riesgo» en el que se observaba algún tipo de «deterioro o debilidad denotando un empeoramiento en la calidad crediticia», debido a la crisis financiera y su impacto en la evolución del sector inmobiliario.

En su comparecencia ante la Comisión de Economía de la Cámara baja, Fernández Ordóñez pidió al Gobierno y a los partidos una modificación legal que permita a las cajas de ahorros ampliar sus recursos propios «al menos con una facilidad parecida» a la que disfrutan los bancos».

En opinión de Fernández Ordóñez, que compareció en el Congreso para explicar la intervención en Caja Castilla-La Mancha, deben hacerse diversas modificaciones normativas en el ámbito financiero para mejorar su funcionamiento y evitar nuevos problemas como el de esa entidad. Permitir que las cajas puedan ampliar su capital es «fundamental» para que se puedan agotar «todas las soluciones privadas» cuando una entidad tenga un problema «antes de pedir recursos al contribuyente», apuntó, y defendió que «hay que ir a una convergencia» entre el funcionamiento de las cajas y los bancos.