El discurso pronunciado ayer por Nicolas Sarkozy en el Congreso provocó el entusiasmo de diputados y senadores, que abarrotaron el hemiciclo. Foto: MANUEL H. DE LEÓN/EFE

TW
0

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, garantizó ayer al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que su país reforzará la cooperación para luchar contra ETA, el terrorismo islamista radical y el crimen organizado y le apoyará para que España se convierta en miembro permanente del G-20.

La XXI cumbre hispano-francesa celebrada en el Palacio de la Moncloa, colofón de la visita de Estado a España de Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, reafirmó además el compromiso de Francia de acelerar las interconexiones energéticas y de transportes, en especial, la línea de alta velocidad entre Perpiñán y Figueres para 2012. Sarkozy también ofreció el apoyo total a la Presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010, lo que, según Zapatero, es una prueba más de que el mandatario francés «es el mejor amigo de España que se puede tener».

En un clima de gran cordialidad, Zapatero mostró un especial agradecimiento por la colaboración contra ETA, que se ve fortalecida con la creación de un comité de coordinación estratégica policial, «un Estado Mayor Común para la Seguridad», en palabras de Sarkozy.

Este órgano, que reunirá semestralmente a los directores de las fuerzas de seguridad de ambos países, extenderá la acción de las policías española y francesa al terrorismo islamista radical, el crimen organizado y la inmigración ilegal, con nuevos equipos de investigación conjunta como los que ya operan contra ETA. Esta cooperación incluirá la organización de vuelos de repatriación conjuntos de extranjeros irregulares.

En su intervención previa en la sesión solemne en el Congreso de los Diputados, Sarkozy dejó claro que Francia no cejará «hasta acabar con el último» de los terroristas y que su país «perdería su honor si fuese un santuario» para ellos. El mandatario francés valoró que PSOE y PP actúen juntos contra la banda terrorista y les animó a no ceder ni un milímetro: «Cuando transigimos con los terroristas, no ven la mano tendida, sólo ven la debilidad».

Zapatero consideró que los instrumentos de seguridad acordados suponen un «salto cualitativo» que evidencia que España y Francia tienen en común «riesgos, sensibilidad y, en muchos casos, objetivos preventivos».

La sintonía en materia terrorista vino acompañada por el compromiso de Francia de apoyar la presencia de España en el G-20, después de las dudas suscitadas por Brasil sobre la participación en la próxima cita, convocada en Nueva York para septiembre.

Sarkozy dio por hecho que España estará en esta cita, después de haber asistido a las dos anteriores -Washington y Londres-, al considerar que «una de las grandes economías» tiene que participar en la reforma del sistema financiero mundial. «Si España estuvo en Londres, también estará en Nueva York», sentenció.

El presidente español expresó su confianza en que esas participaciones previas «consoliden una presencia lógica», aunque aseguró que seguirá trabajando «en todos los frentes».

En su reunión, Zapatero y Sarkozy abordaron otros asuntos de la agenda internacional, como la crisis económica, que será uno de los objetivos de España en su mandato europeo. «Tiene que ser la presidencia de la recuperación económica, del nuevo modelo económico», remarcó.