Zapatero, acompañado del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, durante su visita ayer a la 'Fortaleza española' de la localidad de L'Aquila. Foto: SERGIO BARRENECHEA / EFE

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EUROPA PRESS/EFE-MADRID

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que el proceso de negociación de la financiación autonómica está «muy cerca, está en la recta final», mantuvo la fecha de convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera «en torno al 15 de julio» y precisó que este acuerdo será «satisfactorio para Catalunya» y también «para otras como Balears que mejorarán su posición».

Las negociaciones para cerrar el modelo de financiación autonómica se han acelerado en las últimas horas principalmente con Catalunya, clave para culminar un proceso criticado que rechaza el PP, pero las autonomías van a coger el dinero que les aporte en nuevo sistema. El Ejecutivo reconoció ayer «notables avances» en las negociaciones después de que en la noche del jueves las conversaciones entre la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y el conseller de Economía catalán, Antoni Castells, hicieran vislumbrar, por primera vez, la posibilidad de un acuerdo.

Las casillas de la cuadrícula del 'sudoku' de la financiación van poco a poco rellenándose y parece que, tal y como aseguró el propio presidente Zapatero el acuerdo está «muy cerca». Zapatero y Montilla se pusieron el jueves al frente de la negociación y mantuvieron por la noche diversos contactos telefónicos. La última oferta del Gobierno se cifra en más de 3.100 millones de euros a los tres años de entrar en vigor el nuevo modelo, incluyendo el coste de competencias singulares de Catalunya como la policía autonómica o la promoción de la lengua catalana.

El optimismo del Gobierno contrasta con las críticas que llegan desde la calle Génova y desde sus comunidades más poderosas. El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, avanzó que «no habrá apoyo» del conjunto de las comunidades autónomas gobernadas por el PP al nuevo modelo de financiación autonómica. Sin embargo, indicó que, puesto que los ingresos tributarios de las comunidades podría caer a la mitad en 2011, «es posible» que algunos presidentes se opongan al nuevo modelo, pero «cojan» los recursos adicionales que prevé el nuevo en una posterior adhesión.

En la misma línea se manifestó la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, quien dijo que su comunidad no aceptará un modelo que conceda 1.800 euros por cada madrileño en lugar de los 2.100 actuales. Además, a Madrid no le cuadran los 9.000 millones de euros adicionales que propone el Gobierno si 3.000 de ellos los recibe Catalunya. De cifras hablan también en Valencia, donde la Generalitat ha reclamado al Gobierno al menos 1.900 millones de euros.