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El informe oficial de la Consejería de Sanidad afirma que la enfermera del 'caso Rayan' se ofreció «a poner las nutriciones enterales» tanto a Rayan como a otro neonato que se encontraba también en la UCI del Hospital Gregorio Marañón, ya que la auxiliar encargada de hacerlo tuvo que atender un ingreso.

Según el informe, alrededor de las 21.00 horas del 12 de julio, cuando la auxiliar iba a proceder al reparto de nutriciones, la enfermera a cargo del «box pequeño» en el que se encontraba Rayan indicó a la auxiliar que retrasara las nutriciones porque era precisa su colaboración en un nuevo ingreso de un paciente grave que «requiere atención inmediata» y al que hubo que practicar una punción lumbar.

En ese momento, la enfermera que cometió el error, contratada desde el 18 de junio en este servicio, «practicó por vía venosa periférica, en lugar de por sonda nasogástrica» la alimentación de Rayan, mientras que administró «correctamente» la alimentación a un segundo neonato.

En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, en la que estaba ingresado Rayan, había el 12 de julio un servicio de 10 enfermeras y 5 auxiliares de enfermería para 14 pacientes, que más tarde fueron 15 tras ingresar otro neonato procedente de la Unidad de Cuidados Medios.

Más concretamente, en el box pequeño, en el que se encontraba Rayan, había dos enfermeras y una auxiliar de enfermería para tres pacientes, cuatro más tarde, con la llegada del procedente de Cuidados Medios.

A partir de las 15.00 horas, al incorporarse el turno de tarde la supervisora de Materno-Infantil valora que hay suficiente personal en Pediatría y propone a la enfermera del Caso Rayan bajar a Neonatología para familiarizarse con cuidados intensivos, pero sin tener pacientes a su cargo.

La supervisora comprueba en dos ocasiones que no existen incidencias y que esta enfermera se encuentra «acompañada y tutelada» por las otras dos del box pequeño.