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Un 33% de los ciudadanos justifica el fraude fiscal, especialmente si es para salir adelante ante las dificultades económicas (28%) y, en menor medida, porque considera que lo normal es evadir impuestos (5%), según el barómetro fiscal de 2008, elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF).

Asimismo, el informe pone de manifiesto que son los profesionales y los parados los que se muestran más proclives a justificar el fraude, con un 35%, frente a los asalariados (29%).

Más aún, un 39% de los encuestados cree que el fraude fiscal es una conducta generalizada entre los contribuyentes españoles. Esa percepción es común a todos los segmentos de ocupación, aunque se aprecia más polarizada entre los profesionales y asalariados.

Con todo, un 59% considera que ha mejorado el cumplimiento fiscal en los últimos 10 años, debido a que la mayoría cumple porque le retienen parte de su sueldo, por el incremento del control por parte de Hacienda y, en tercer lugar, por una mayor conciencia cívica.

Por otra parte, aproximadamente dos tercios de los entrevistados considera que existen colectivos que evaden impuestos de forma habitual y continuada, empezando por los empresarios, seguidos a cierta distancia por los profesionales liberales y los autónomos.

De hecho, hasta un 35% de los empresarios entrevistados opina que es su colectivo el que más defrauda. En cambio, existe cierto consenso a la hora de atribuir mayor honestidad fiscal al colectivo de los asalariados.

Además, el 48% de los españoles piensa que los inmigrantes no pagan impuestos o pagan menos que los demás. El perfil del ciudadano que piensa que los inmigrantes no pagan ningún impuesto es de hombre o mujer de entre 55 y 64 años con estudios secundarios o que se dedican a actividades agrarias.