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La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró ayer que el PP ya ha superado «las turbulencias» por las que ha atravesado en las últimas semanas y recalcó que ahora tienen que concentrarse en presentar a la sociedad su «alternativa». Tras elogiar la figura de Mariano Rajoy como el «gran líder» que necesitan para llevar al PP al Palacio de la Moncloa, advirtió de que son «muy fuertes» cuando están «juntos y unidos».

De Cospedal hizo estas declaraciones en la apertura de la convención política que el PP celebra en Barcelona bajo el lema Propuestas para el cambio.
Crisis interna
En su discurso, se refirió a la crisis interna que ha sacudido al partido en las últimas semanas por la pugna en Caja Madrid y el 'caso Gürtel' pero subrayó que esa situación está «superada». «Sabéis que hemos pasado un período de ciertas turbulencias pero el período ha pasado y todos los que estamos aquí sabemos que lo que había que superar se ha superado hace mucho tiempo», aseveró.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, y la jefa del Ejecutivo autonómico madrileño, Esperanza Aguirre, se saludaron de forma protocolaria en la convención política, el primer encuentro público entre ambos tras la crisis interna que ha sufrido el partido en las últimas semanas por la presidencia de Caja Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid sí que mantuvo un charla en un tono más distendido con el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, con el que incluso bromeó.

Risas y bromas
Antes de que comenzaran los discursos, la presidenta de la Comunidad de Madrid y su consejero de Presidencia, Francisco Granados, compartieron risas con el regidor madrileño y bromearon sobre los teléfonos móviles.

También se saludaron dentro del plenario Rajoy y la jefa del Ejecutivo madrileño. Ambos se dieron un discreto beso en la mejilla y cruzaron unas breves palabras en pie, a sabiendas de que estaban siendo objeto de los focos de los informadores gráficos.

Rajoy, por su parte, evitó responder a los periodistas cuando le plantearon si cree que el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, está nervioso, en relación a sus palabras a la oposición socialista valenciana.

Quien sí se manifestó fue la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, que se mostró sorprendida ante las declaraciones, ya que, a su juicio, «no son propias de una persona como Francisco Camps», pero aprobó la «rectificación inmediata» del presidente valenciano.