El nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.

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El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, aseguró el pasado jueves que «existen males mayores» que los que están sufriendo en Haití y añdió que «deberíamos llorar por nuestra pobre situación espiritual y nuestra concepción materialista de la vida», informó la cadena la Ser, declaraciones que han sido criticadas desde distintos ámbitos, como el PSOE, el grupo.

Por su parte, el prelado contestó ayer que los medios de comunicación han «distorsionado» y «manipulado» las palabras sobre el terremoto de Haití, y difundieron un titular «injusto y extraído con forceps» que «sugiere desinterés e insolidaridad de su parte hacia los damnificados de la catástrofe».

Así se manifestó el propio prelado en un comunicado, en el que explicó que su declaración se justifica «en el plano teológico». El prelado afirmó que en la entrevista: «trataba de explicar que el mal que sufren esos inocentes no tiene la última palabra porque Dios les promete felicidad eterna».

«En ese contexto utilicé la expresión 'existen males mayores', refiriéndome explícitamente a otro tipo de mal, al pecado de quienes vivimos en los países ricos y somos cómplices de una opulencia insolidaria hacia los pobres», destacó Munilla, quien subrayó que «hablaba en plano teológico puesto que se trataba de una pregunta de ese orden».

Según matizó ayer, precisamente en esa entrevista realizó una llamada de solidaridad con los damnificados del terremoto e incluso anunció que Cáritas Diocesana de Guipúzcoa (Diócesis de San Sebastián) había enviado 100.000 euros al país caribeño.

Las declaraciones del obispo han provocado críticas desde distintos ámbitos. Así, la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, ha calificado al nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, como un prelado «sin alma» tras pronunciar unas «desalmadas» palabras de cuyo tono se deducía «desprecio al sufrimiento espantoso de la población masacrada».