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La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, negó ayer que el Rey haya intervenido ante la imposibilidad de que el Ejecutivo llegue a un pacto de Estado con el PP y enmarcó los contactos del Monarca en «la normalidad democrática de su función constitucional». En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Fernández de la Vega se mostró algo molesta con la iniciativa de la Zarzuela pero valoró la voluntad del jefe del Estado de «arrimar el hombro», en el ejercicio de su responsabilidad, porque «va en la línea de lo que el Gobierno propicia frente a la actual situación de crisis».
Atribuyó a «opiniones interesadas, que no se corresponden con la realidad» interpretar que los contactos del Rey para analizar la situación económica son consecuencia de la imposibilidad del Ejecutivo de llegar a un pacto de Estado y ha querido dejar claro que la responsabilidad «de abordar acuerdos» es «exclusivamente del Gobierno» y «la está llevando a cabo». En este contexto, precisó que las reuniones del Rey «realmente no son una ronda de contactos», sino que son las que mantiene «habitualmente de forma natural, de forma normal e institucional, con las distintas fuerzas políticas y sociales, para tener información de los temas que afectan al Estado».
«No» tajante
De ahí, que respondiera con un «no» tajante y reiterado a la pregunta de si el Rey ha actuado ante la imposibilidad del Gobierno para llegar a un pacto de Estado en materia económica con el PP. Señaló asimismo que, para poder cumplir su propia función constitucional, el Rey «tiene que estar informado de las cuestiones que afectan a la ciudadanía y al país» y, por tanto, se reúne no solo con el presidente del Gobierno en el habitual despacho semanal, sino también con «otras fuerzas políticas y sociales».