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El Ministerio de Trabajo, que dirige Celestino Corbacho, prepara un borrador que podría revisar las causas de despido objetivo. Trabajo se ha comprometido remitir a la mesa de trabajo de la reforma laboral el próximo día doce de abril una propuesta mucho más concreta y, a la espera de saber como queda, parece que la intención del Gobierno es repasar las causas del despido.
Esta pretensión del ministro Corbacho ha causado alarma entre los sindicatos y satisfacción entre los empresarios, y es que el nuevo documento puede incluir puntos de fricción.
Simplificación
Por otra parte, el Gobierno está sopesando la posibilidad de simplificar el acuerdo políticos que ofreció hace una semana a la oposición para plasmar por escrito los consensos derivados de las conversaciones iniciadas en el Palacio de Zurbano, a cambio de desarrollar más el decreto ley con medidas económicas concretas que tiene intención de aprobar el día 9 de abril, se informó en fuentes conocedoras de la negociación.
La pasada semana, el Gobierno remitió a las distintas formaciones de la oposición un documento con 54 medidas contra la crisis con intención de firmarlo todos esta semana, pero se encontró con reticencias no ya sólo del PP, que viene descalificando desde el principio el proceso iniciado en el palacio de Zurbano, sino incluso de las minorías con las que había cerrado ya buena parte de las medidas. Sólo UPN estaba dispuesto a viajar el lunes a Madrid para firmar ese documento, aunque al ver cómo se iban desmarcando el resto de formaciones también optó por hacer públicas sus condiciones y condicionar su presencia a la aceptación de las mismas.
A la vista de los recelos de la oposición, sustentados en la negativa a firmar un documento cerrado en el que no necesariamente comparten todas las medidas presentadas, el Gobierno está pensando en cambiar de estrategia. Para evitar que se descuelguen firmantes, el 'tridente' negociador se está planteando la redacción de un documento más genérico, sin aristas, que resulte asumible por todas las formaciones minoritarias. A cambio, se desarrollaría más el decreto ley retrasado hasta el 9 de abril.
La idea es que CiU, PNV, CC, ERC-IU-ICV o UPN no puedan poner peros al documento de acuerdo político y que, al ver parte de sus propuestas en el decreto ley, tampoco puedan votar en el Congreso contra su convalidación. El viraje se completaría garantizándose que algunos de estos grupos minoritarios aportarían al PSOE los votos suficientes para rechazar la tramitación del decreto como proyecto de ley susceptible de ser modificado.