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El ex presidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, levantaron una gran expectación mediática en su comparecencia ayer ante la comisión parlamentaria que investiga la presunta financiación irregular de CDC con fondos del Palau, pese a que se negaron a declarar -tal y como se esperaba-, manteniendo la duda sobre la presunta financiación de CDC.
Millet escuchó impasible, tranquilo, y en ocasiones incluso sonriente, las preguntas y reproches de los diputados de la comisión. En un breve discurso explicó que al estar imputado en un proceso penal no desea realizar ninguna declaración y se acogió al derecho a no responder.
En la misma línea, Montull, que compareció el primero, se limitó a decir que debe ser «cauto y respetuoso con las instancias judiciales», ya que aún no ha sido requerido por el juez Juli Solaz, que instruye el 'caso Palau', para «aclarar las últimas informaciones aparecidas en los medios de comunicación».
Todos los diputados lamentaron la negativa a responder de Millet y Montull -aunque no sorprendió a nadie- y algunos incluso relacionaron su silencio con su posible culpabilidad. Aun así, los diputados quisieron explicar sus conclusiones y el diputado de ERC Pere Bosch hizo notar a Millet que «aquellos a los que encubre», empiezan ahora a «negarle»