El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una imagen de archivo durante una visita a Sevilla. | Efe

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El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha instado hoy a los hombres a rebelarse frente al machismo que ampara un «instinto inaceptable de superioridad y dominación» sobre las mujeres y se ha mostrado convencido de que de ellos depende la erradicación de la violencia de género.

Zapatero, que ha sido recibido con gritos de «presidente, presidente» por varias de las asistentes al I Congreso de Mujeres Mayores, convertido en el acto institucional del Día Internacional de las Mujeres, ha hecho en su discurso un llamamiento a los hombres y no ha querido olvidar la situación de la mujer en los países árabes que luchan por la democracia.

«No habrá democracia real, no habrá cambio verdadero, si los códigos y las leyes en esos países no garantizan la igualdad de las mujeres que han sufrido tantas discriminaciones», ha manifestado tras apoyar el «proceso esperanzador» que se ha abierto en muchos países «donde la marginación de la mujer es una práctica constante».

Pero su mensaje más claro ha estado dirigido a los hombres, al recordar a la última víctima del «machismo criminal», registrada ayer en la localidad madrileña de Fuente el Saz del Jarama.

«De los hombres depende que acorralemos y erradiquemos esa lacra que es de la peores, la violencia de genero, que produce tanto dolor, tanta indignación y tanto sufrimiento; es una de las causas por las que merece la pena rebelarse cada día», ha insistido.

En el centenario del Día Internacional de las Mujeres, Zapatero ha hecho un repaso de los avances logrados en los últimos siete años, una etapa en la que se ha «acelerado el paso» en favor de la igualdad.

«Que el ritmo no se detenga, que el paso no se aminore, que nadie neutralice la voluntad de cambiar las cosas que aún deben cambiar», ha afirmado el jefe del Ejecutivo, que ha felicitado «a las mujeres de hoy, a las de ayer y a las de mañana, a las destacadas y a las anónimas».

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Entre los retos de futuro, ha señalado que hay que continuar rompiendo los «techos de cristal» que continúan en diferentes ámbitos, para lo que el Gobierno prepara una ley de titularidad compartida de las explotaciones agrarias; y ha instado a luchar por la presencia de la mujer en los puestos de responsabilidad en las empresas.

Ha hecho en este contexto también un llamamiento para terminar con la discriminación salarial, «que no es aceptable en una sociedad avanzada».

Zapatero ha rendido homenaje a las mujeres «menos jóvenes», que juegan un papel «imprescindible y decisivo» en la sociedad, muchas veces desde «el anonimato, invisibles y en silencio».

Ha reconocido asimismo la labor de las asociaciones del movimiento feminista y ha elogiado el trabajo de la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, y de la secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, de quien ha destacado su «resistencia».

Junto a Pajín, ha entregado las medallas a la promoción de los valores de igualdad concedidas a la ensayista Celia Amorós, a las escritoras Soledad Puértolas y Josefina Aldecoa, a la periodista Soledad Gallego Díaz, y, a título póstumo, a Susana Olmo, periodista, fallecida el pasado 1 de febrero.

Sus elogios más sentidos han estado dirigidos a Olmo como representante de una generación de cronistas parlamentarias «que tanto servicio hicieron a la causa de nuestra democracia y al periodismo en una sociedad libre».

Zapatero se ha encontrado hoy con un auditorio amable que le ha ovacionado entre gritos de «presidente, te queremos» y «viva la lucha de las mujeres».