El tribunal de Caldas da Rainha le impuso una pena de 12 años por el conjunto de delitos que se le imputan, de la que se descontará el tiempo que ya lleva en prisión preventiva en Portugal, desde marzo de 2010, según la sentencia.
El delito más grave que pesaba sobre él, asociación terrorista, está penado con hasta 15 años de cárcel, el máximo al que podía llegar su condena, aunque el total de los cargos, incluidos tenencia de armas, falsificación y robo, podían sumar hasta 20 años y 4 meses de prisión.
Finalmente, los tres magistrados que dictaron sentencia optaron por imponer al miembro de ETA un pena total intermedia entre la cifra máxima y el mínimo de 9 años imputable a los delitos que se han considerado probados.
El presidente del tribunal, Paulo Coelho, indicó que la tenencia de tonelada y media de explosivos era el cargo más grave por el peligro de una deflagración de «consecuencias catastróficas» en el barrio de Obidos donde estaban almacenados.
El fallo atribuye a Zengotitabengoa los delitos de adhesión a organización terrorista, tenencia de armas prohibidas y falsificación de tres documentos, con el agravante de haber sido cometidos para la práctica del terrorismo.
Sin esta circunstancia ha sido condenado también por robo de vehículo y resistencia a la autoridad, en un control de carretera.
El juicio contra el etarra, cuya sentencia puede ser apelada, comenzó el pasado 13 de septiembre en Caldas da Rainha, ciudad situada a cien kilómetros al norte de Lisboa y cercana a la localidad de Obidos donde el 4 de febrero de 2010 fueron encontrados los explosivos.
El arsenal estaba en un chalet alquilado por Zengotitabengoa y su compañero Oier Gómez Mielgo, que no ha podido ser juzgado.
Gómez Mielgo huyó de Portugal y fue detenido en Francia en abril tras un tiroteo, pero las autoridades galas no han respondido a la petición de entrega que formuló la Justicia lusa, según fuentes oficiales.
Zengotitabengoa fue detenido en el aeropuerto de Lisboa, cuando se disponía a huir a Venezuela con un pasaporte mexicano falso.
Su abogado intentó alargar hoy el juicio con una petición para que se llamara a otros 13 testigos, entre ellos varios altos cargos de las fuerzas de seguridad lusas, pero los jueces lo consideraron injustificado y emitieron, pocas horas después, la sentencia.
El juicio por el arsenal de ETA, uno de los mayores que se ha incautado a la banda en toda su historia, es el primero celebrado en Portugal contra un miembro de esa organización por delitos graves cometidos en suelo luso.
El informe de los fiscales presentado en el juicio reveló que ETA empezó a preparar una base logística en Portugal en 2007 y Zengotitabengoa y su compañero la montaron entre finales de 2008 y 2009, cuando se instalaron en Obidos.
En el juicio, vecinos, comerciantes y empleados les identificaron como los inquilinos de la vivienda, mientras varios peritos constataron la potencia mortífera de las sustancias que almacenaban, capaces de volar todo una manzana de casas.
El chalet fue abandonado precipitadamente por los presuntos etarras tras saltarse un control de tráfico portugués y la Policía encontró los explosivos días después, al ser alertada por los vecinos de que la vivienda tenía las puertas abiertas y las luces encendidas.
Zengotitabengoa asistió hoy a la lectura de la sentencia arropado por una veintena de allegados procedentes de España, que gritaron y exhibieron pancartas a las puertas del juzgado.
2 comentarios
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Seguro que los cumple todos, no como en España, que los rojos hasta le leerían los cuentos para que durmiera tranquilito, el señor.
Veure altres països, fins i tot en presó, pot obrir les mentalitats. Aquest etarra té la gran sort de poder aprendre a la perfecció una gran llengüa i una gran cultura, les de Portugal. Es clar que, si no li agraden ni els fados nii el bacallà, haura de fer-hi sacrificis. No s'ha d'excloure, emperò, que se li fiqui al cap que Portugal fa també part d'Euskal Herria.