Imagen de los disturbios del 29-M en Barcelona, que se saldó con 79 detenidos. | Efe

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Los Ministerios de Interior y Justicia impulsarán conjuntamente una reforma legal para que el castigo a los que participan en actos vandálicos sea equiparado al terrorismo, lo que supondrá elevar las penas mínimas de cárcel a dos años, pudiendo los jueces decretar la prisión provisional si lo ven conveniente.

Según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la principal medida consistirá en que los desmanes de los antisistema empiecen a recibir el tratamiento penal que durante años se ha otorgado al terrorismo callejero de la kale borroka.

Los dos Ministerios llevan trabajando desde hace más de un mes en una reforma del Código Penal para que las fuerzas de seguridad puedan contar con instrumentos jurídicos «más eficaces» en la lucha contra la guerrilla urbana o en fenómenos como la multirreincidencia.

Fernández Díaz indicó que «no se trata de legislar a golpe de ocasión, sino de equipararnos a la legislación de países como Francia o el Reino Unido, que no tienen complejos en preservar la paz pública desde su tradición democrática».

Para el ministro, «los antisistema actúan con una agresividad planificada, con provocación, con orgullo de la transgresión, impunidad, anonimato y con mucha habilidad para después hacerse las víctimas».