García-Margallo ha afirmado que el intermediario con el que estaba trabajando el Gobierno español para liberar a Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández «desapareció» después de que los militares sublevados se hicieran con el poder.
«Cuando la solución estaba muy cerca, tuvimos un golpe de estado, y la persona con la que se había acordado, desapareció», ha comentado.
Gonyalons y Fernández fueron secuestrados el pasado 23 de octubre en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia) y trasladados al norte de Mali.
García-Margallo aseguró el mismo día del golpe militar que no afectaba a las negociaciones entabladas para liberar a los cooperantes, puesto que el norte del país estaba dominado por grupos independentistas tuaregs, y no por el Gobierno del derrocado Amadou Toumani Touré.
A pesar de los inconvenientes surgidos, el ministro se ha mostrado «optimista» sobre un feliz desenlace del secuestro.
García-Margallo ha subrayado que «no ha habido un solo minuto» en que el Gobierno no se haya preocupado de los cooperantes, tanto los secuestrados en Mali como de las dos españolas en Somalia, Blanca Thiebaut y Montserrat Serra, de Médicos Sin Fronteras.
Sobre este último caso, García-Margallo ha señalado que «la gestión, la situación y los actores» para lograr la liberación son «diferentes».
Thiebaut y Serra fueron capturadas el pasado 13 de octubre en el campo de refugiados de Ifo, en Dadaab (Kenia), a unos 100 kilómetros de la frontera con Somalia.
El titular de Exteriores también se ha referido al secuestro en Nigeria del médico español Jose Manuel Machimbarrena, que fue apresado el pasado día 4.
A su juicio, este caso «nada tiene que ver» con los dos de Mali y Somalia. «Es un secuestro económico y punto», ha zanjado sobre la situación de Machimbarrena.
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