La vicepresidenta durante su intervención ayer en el congreso del PP de Castilla y León. Foto:EFE | Ra

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La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría recalcó ayer que el acuerdo alcanzado el pasado jueves entre el Gobierno y las comunidades autónomas sobre los planes de ajuste presupuestario permitirá «acabar con el déficit oculto» y «sentar las bases de la credibilidad» de España ante la Unión Europea.

Sáenz intervino en la clausura del XII Congreso Regional del PP de Castilla y León, celebrado en Ávila, donde se confirmó la reelección de Juan Vicente Herrera como presidente.

Austeridad

La vicepresidenta explicó que, ante discursos que defienden «debates falsos» sobre esa «antítesis», el CPFF puso «un ejemplo muy claro de que van de la mano», como es a su juicio el plan de pago a proveedores, que permitirá «volver a generar riqueza» y a «inyectar liquidez» para dar pasos hacia el crecimiento.

Del mismo modo, en su opinión el consejo se «puso el contador a cero» en la contabilidad regional, con un esfuerzo por la «austeridad», por la garantía de que no habrá «nunca más déficit ocultos» que se den motivos de credibilidad ante la Unión Europea. «España es un país creíble, porque paga lo que debe, recobra la confianza y con ella viene el crecimiento y el empleo», enfatizó.

Sin embargo, Sáenz de Santamaría lamentó que en los últimos tiempos, en España «las malas noticias colean mucho» mientras que las buenas «duran poco», pero incidió en que el acuerdo con las comunidades autónomas, que se ha llevado a cabo pese a los diferentes signos políticos y «aparcando diferencias», tendrá «consecuencias importantes».

Economía real

En este sentido, ha defendido que el país necesita un cambio de mentalidad política para pasar de una época en la que, ha criticado, «se pensaba que el dinero no era de nadie y por eso se malgastó» a otra en la que «cada euro es sagrado y tiene que llegar a su destino» con el objetivo de que las administraciones puedan «hacer más con menos» y trabajar para que esos euros «lleguen a la economía real».

La vicepresidenta del Ejecutivo central reflexionó que «no sólo con austeridad se sale de la crisis», y ha apuntado que es el momento de «hacer reformas en lo que no funciona», con lo que habrá que afrontar «mayores revoluciones» después de que «nadie se atreviera a cambiarlo».

En este sentido reprochó que en España había «costumbre» de «criticar lo que va mal, las cosas que no tienen solución, la burocracia y el exceso de boato en las instituciones», o la «calidad de la democracia y los precios de la energía», pero existen otras «cosas» que «nadie se ha atrevido a cambiar» y que el Gobierno popular «tiene el respaldo mayoritario» para hacerlo.

Para la vicepresidenta es «ahora o nunca» el momento de «volver a crecer y generar empleo», tras lo que se mostró comprensiva «con quienes no están de acuerdo con la reforma laboral».