Comparecencia de Mariano Rajoy al término del Consejo Europeo celebrado ayer en Bruselas. | Horst Wagner

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Los líderes de la eurozona abrieron la mano para aliviar la presión de los mercados sobre España e Italia al negociar contrarreloj y con una Alemania más dispuesta a aceptar una recapitalización directa de la banca, medidas que permitan a esos países financiarse de nuevo a precios razonables.

Los mercados europeos y Wall Street celebraron con euforia el plan europeo. El Ibex vivió su mejor sesión en dos años, subió un 5,66% y se sitúa en los 7.102 puntos mientras que la prima de riesgo se relajó un 12% respecto a la víspera (70 puntos básicos).

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, contó con aliados poderosos en esa complicada batalla: el primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente francés, François Hollande, quien abogó por ayudar a estos dos países con medidas inmediatas y sin nuevas condiciones para bajar los altos tipos de interés que tienen que pagar para refinanciarse.

Rajoy llegó a Bruselas reclamando «alguna decisión» para solventar esa situación y alertó de que ninguna medida servirá «si no nos podemos financiar».

Presión

Desde el inicio de la cumbre y en paralelo, los gobiernos intentaron encontrar unas medidas que satisficieran tanto a España como a Italia. Y para aumentar la presión, Rajoy y Monti decidieron bloquear la aprobación del pacto para el crecimiento y el empleo hasta conseguir de sus homólogos las concesiones reclamadas, un veto que obligó a los 17 líderes del euro negociar las medidas después de la cumbre europea a veintisiete.