Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional. | Reuters

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Alcanzar un pacto social en España dirigido a impulsar el crecimiento y el empleo mediante una devaluación interna «más rápida» que incluyera una rebaja salarial del 10% en dos años, combinada con el recorte de las contribuciones sociales y seguida de una subida del IVA permitiría al país mejorar un 5% su PIB y reducir entre 6 y 7 puntos porcentuales la tasa de paro, según propone el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la última edición de su 'Artículo IV' sobre la economía española.

En concreto, la simulación de la institución internacional contempla que una reducción salarial del 10% en dos años, acompañada de una bajada del 1,7% de las cotizaciones a la Seguridad Social, y a la que seguiría al cabo de dos años una subida del IVA, preferiblemente a través de pasar al tipo general algunos productos actualmente con tasa reducida, más que una subida del tipo general, permitiría un fuerte impulso del PIB y de la creación de empleo.

Así, el modelo empleado en la simulación del FMI sugiere que una depreciación media cercana al 5% en tres años supondría un espaldarazo a las exportaciones, mientras que haría menos atractivas las importaciones.

Asimismo, un pacto social creíble tendría también un gran impacto positivo sobre la inversión, ante la mejora de los costes de producción y la mejora de las perspectivas económicas.

De hecho, los expertos del FMI calculan en torno a cinco puntos porcentuales la mejora del PIB español en 2016 respecto al escenario base de la institución, mientras que el empleo mejoraría entre 6 y 7 puntos porcentuales para ese mismo año.

«El consumo privado podría caer en cierta manera en el primer año», señala el FMI que, sin embargo, destaca que el incremento del empleo y la caída de precios, que bajarían entre un 4% y un 5% al cabo de dos años, serviría ya para impulsar el consumo a partir del segundo año».

Uno de cada cuatro españoles seguirá en paro en 2018

Al margen de este ejercicio de simulación, las previsiones del FMI contemplan que la tasa de desempleo de España no baje del 26% hasta 2018, cuando el paro se situará en el 25,3%, lo que supone un notable empeoramiento respecto a sus proyecciones del pasado mes de abril.

En concreto, la institución dirigida por Christine Lagarde prevé que España cierre 2013 con una tasa de desempleo del 27,2%, dos décimas más de lo previsto anteriormente, que pasaría a situarse en el 27% en 2014 (26,5% en abril) y en el 26,9% en 2015 (25,6%).

Las proyecciones del FMI contemplan en los dos años siguientes una leve mejora en el ritmo de reducción del desempleo, insuficiente, sin embargo, para llevar la tasa por debajo del 26%, puesto que en 2016 se situaría en el 26,6% (24,7% previsto en abril) y en el 26% en 2017 (23,8%).

Ante un nivel de paro «inaceptablemente elevado», el directorio del FMI subraya en su análisis de la economía española la necesidad de que se tomen «nuevas medidas decisivas para generar crecimiento y empleo» tanto a nivel nacional como en Europa.

En este sentido, los directores de la institución celebraron la reforma del mercado de trabajo acometida por el Gobierno en 2012, «que parece estar dando fruto poco a poco».

Sin embargo, recalcaron que se necesita mejorar aún más la dinámica del mercado de trabajo para reducir en forma suficiente el desempleo, entre otras cosas «aumentando la flexibilidad interna, reduciendo la dualidad del mercado laboral, y mejorando las políticas laborales activas».

«Muchos opinaron en general que sería beneficioso estudiar la posibilidad de un acuerdo social entre los sindicatos y los empleadores para acelerar los beneficios derivados de las reformas estructurales en materia de empleo, pero al mismo tiempo señalaron que sería difícil de lograr», indica la institución.

Sin embargo, la institución dirigida por Christine Lagarde subraya que «este acuerdo no debería demorar las reformas estructurales necesarias».

Factor de sostenibilidad de las pensiones

Por otro lado, el informe del FMI advierte de las dificultades a las que puede enfrentarse el sistema español de pensiones ante las perspectivas demográficas del país, combinadas con «los incrementos insostenibles» aplicados en los años anteriores de la crisis.

En este sentido, la institución considera que la propuesta del comité de expertos de aplicar un factor de sostenibilidad ejemplifica el tipo de medidas de ajuste de «alta calidad» que España necesita.

Aparte de la recomendación de vincular la edad de jubilación a la evolución de las expectativas de vida, el FMI planta la idoneidad de ampliar el periodo de cáculo de 25 años a 30 «o incluso 35 años».

Asimismo, considera «sensata» la recomendación de ligar el incremento de las pensiones a factores estructurales relacionados con la evolución de los ingresos.