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El colectivo de presos de ETA, EPPK, ha anunciado que va a poner en marcha una campaña para pedir el acercamiento de los reclusos de la banda terrorista a la cárcel de Zaballa (Alava). Según avanzan dos portavoces del colectivo en una entrevista, publicada en el diario Gara, se trata de peticiones individuales ante la Administración penitenciaria, aunque advierten de que «no vamos a negar lo que somos».

Tal y como detallan los portavoces Marixol Iparragirre y Jon Olarra en la entrevista, recogida por Europa Press, los presos recluidos en cárceles españolas activarán peticiones para ser traídos al centro penitenciario de Zaballa, pero no lo harán todos a la vez, sino mediante una clasificación hecha en función de situaciones y años de cárcel. Asimismo, anuncian que los presos en cárceles del Estado francés, pedirán ser acercados a la prisión más cercana.

Además, avanzan que pedirán la excarcelación de los presos con enfermedades graves y de los mayores de 70 años, dada la urgencia y prioridad que, a su juicio, tiene su situación. Para todo ello, comparecerán ante la Administración penitenciaria «con una actitud digna». «Es decir, sin negar lo que somos», apostillan. Asimismo, confirman que los presos están dispuestos a analizar responsabilidades individuales «dentro de un proceso que incluya garantías».

En la entrevista defienden que hay que «levantar la legislación de excepción» creada en los tiempos de «enfrentamiento duro, para desarrollar soluciones también dentro de la ley». Por tanto, creen que resulta imprescindible, de modo prioritario, acabar con la «cruel política carcelaria para que se inicie el proceso de resolución-vuelta a casa».

En este contexto, remarcan que «lo esencial y urgente» es acabar con la dispersión, dar solución inmediata a las «situaciones graves» y que su voz, tanto dentro como fuera, se pueda desarrollar y escuchar «normalmente».

«En ese camino, todos los miembros que formamos EPPK, de modo individual, con la intención de poner nuestro grano de arena, pondremos en marcha peticiones para ser traídos a Euskal Herria. En vez de hacerlo todos a la vez, hemos hecho una clasificación en función de situaciones y años de cárcel. Además de ello, es urgente y prioritario acabar con las situaciones graves y, en ese sentido, haremos una petición que posibilitaría que los presos con enfermedades graves y los mayores de 70 años sean excarcelados», manifiestan, para añadir que «es un paso que hay que dar y lo vamos a hacer, poniendo el límite en nuestra dignidad política y militante».

Según remarcan, comparecerán ante la Administración penitenciaria con una «actitud digna, es decir, sin negar lo que somos». «Siguiendo su procedimiento, pediremos cambio de destino a Euskal Herria. Hablamos de reagruparnos en nuestro pueblo. Para que EPPK sea un sujeto activo resulta imprescindible que todos sus miembros estén en la misma cárcel. Por tanto, los que nos tienen en celdas españolas pediremos ser trasladados a la cárcel de Zaballa, y los que nos tienen en cárceles del Estado francés, ser reunidos en la prisión más cercana a casa», añaden.

Asimismo, reiteran que ya han dicho «claramente» que reconocen el sufrimiento y el daño causado «en muchos lados a consecuencia del conflicto». «Igual que hemos dicho claramente que este colectivo y cada uno de nosotros tiene la disposición a analizar su responsabilidad, dentro de un proceso que incluya garantías. Porque lo que cada uno ha hecho en el proceso de liberación de Euskal Herria lo ha hecho como militante, dentro de diferentes espacios de trabajo, movimientos, grupos y organizaciones. Todos nosotros formamos el Colectivo», justifican.

Gobierno Vasco

Preguntados por la actitud del Gobierno vasco, afirman que no tienen noticias suyas, ya que aunque conocen que en su plan de paz los presos están dentro de un programa, no saben a quién han acudido para definirlo. «Desde luego no ha sido a EPPK», afirman. Además, piden al Ejecutivo que, «la misma fuerza que hizo en su momento para poner en marcha la política de dispersión, la ponga ahora para acabar con la dispersión y la política carcelaria de excepción».

También acusan a Lakua de tener un discurso opaco, «además de completamente teórico». «Hasta ahora no nos han presentado más que planes que atacan nuestra dignidad política y obstaculizan nuestra excarcelación. Convirtamos Zaballa en referente de la verdadera vuelta a casa-resolución», expresan.

Durante la entrevista también señalan que «en ningún caso» han dejado de lado sus «objetivos políticos», pero desde que ETA dejó «la lucha armada», interiorizaron que «en Euskal Herria existe una nueva situación y procedimos a cambiar nuestras actitudes y formas de actuar».

Sin embargo, denuncian que a su alrededor no observan la misma actitud y «unos, queriendo hacer creer que no han tenido responsabilidad alguna en el conflicto, se sientan en la posición de observadores», mientras que otros afirman que «necesitan vencidos». «Y vemos que los unos y los otros nos quieren a los secuestrados políticos vascos pidiendo perdón con la cabeza baja, y lo hacen usando como cebo los derechos de nuestros familiares y amigos para conseguir ese objetivo, como siempre han hecho», denuncian.

A su juicio, «traer a los presos vascos» a Euskadi «daría un impulso increíble al proceso» y remarcan que el colectivo está «fuerte». «El EPPK tiene la clara voluntad de analizar y tomar parte en todas las propuestas formuladas para solucionar el conflicto político y sus consecuencias», manifiestan.

«Nuestro compromiso es claro. En Euskal Herria no hay lucha armada y en este nuevo contexto no contemplamos la lucha armada como herramienta política en el proceso de liberación de nuestro pueblo», avanzan, para añadir que «el conflicto de Euskal Herria tiene raíces políticas y hay que afrontarlas para al mismo tiempo poder dar solución a todas sus consecuencias».

Tras insistir en que «la militancia política nos trajo aquí y tomamos la decisión de seguir dando también desde este ámbito» denuncian, no obstante, que los gobiernos español y francés «han tomado la decisión de incrementar la tensión en las cárceles».

«Tenemos que obligar a los estados a tomar la decisión de traer a los presos a Euskal Herria. Nosotros vamos hacia ahí: que al final de 2014 los familiares y amigos de los presos políticos vascos no tengan que hacer largos viajes para venir a vernos fuera de Euskal Herria», señalan.

Interlocutores


Por lo que se refiere a las detenciones de interlocutores del EPPK realizadas el pasado mes de enero, indican que es «un sinsentido en Euskal Herria, pero algo lleno de sentido por debajo del Ebro y por encima del Aturri». «Lo han expresado de la manera más clara: no quieren la solución», añaden en referencia al Estado español.

A su juicio, la detención de los interlocutores ha sido un «ataque muy directo» al Colectivo, «que tuvo como precedente el de Herrira», y defienden que el trabajo de los interlocutores encarcelados «no era oculto y realizaban reuniones con muchos agentes».

«Esta no ha sido solo una operación contra el grupo de interlocución de EPPK. Ha sido una operación contra todos los agentes que están trabajando para asentar la normalización y la pacificación en nuestro pueblo. Y claro, ataca de modo directo al deseo mayoritario de Euskal Herria, que está exigiendo que ese proceso se estabilice», argumentan, para añadir que «este último ataque no hace más que fortalecer nuestra deliberación colectiva».

Además, subrayan que «la represión puede dificultar el camino», pero «no ha tenido ni tendrá más efecto», ya que la capacidad de provocar divisiones en el colectivo es «cero».