Tras la negativa rotunda en el pleno del Congreso de los Diputados del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, a negociar una consulta soberanista en Catalunya, el presidente catalán, en la sesión de control del Parlament, reiteró su voluntad de diálogo y subrayó que la consulta no es un «capricho suyo», sino una demanda «mayoritaria» de la sociedad catalana.
«¿España o las instituciones del Estado no tienen interés en escuchar al pueblo catalán? Tanto que dicen que lo aprecian y lo aman y no le quieren escuchar en donde se expresa el pueblo, que es en las urnas», afirmó Mas.
Así replicó a las críticas de la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, que lamentó que Catalunya tenga un presidente que quiere «crear fronteras», que «no se reúne con quienes no piensan como él» y que practica el «diálogo unilateral», mientras vive «de las rentas de la agenda reformista» del Ejecutivo central ante la «parálisis» del Govern.
Economía
El presidente catalán respondió a la presidenta del PPC aportando unas cifras económicas y sobre los datos del paro que contraponen las de España con las de Catalunya y que sitúan en una mejor posición a esta comunidad: «Ustedes sigan presumiendo, que nosotros seguiremos trabajando», apostilló Mas.
El líder de CiU no se ha movido en su ruta soberanista, aunque ha introducido un elemento: la promesa de que, en caso de que no se pueda celebrar la consulta y planteara convocar elecciones –que serían de tipo plebiscitario– lo acordaría antes con los partidos del pacto de la consulta (CDC, UDC, ERC, ICV, EUiA y CUP).
En aras del «consenso», Mas subrayó que pese a que la facultad de convocar elecciones corresponde solo al presidente de la Generalitat, «cuando se tengan que hacer en esta legislatura, mientas se mantenga un acuerdo amplio de la consulta, antes de decidir la convocatoria de elecciones hablaré con todos los partidos que están dando apoyo» al referendo.
2 comentarios
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Al flautista de Hamelin le tiemblan las piernas.
El Sr. Mas es presenta emmanillat. La decisió de convocar eleccions anticipades és una prerogativa molt personal de la presidència.