Según ha informado en rueda de prensa el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, Suárez será enterrado tras la celebración de una misa de funeral y después de la capilla ardiente que se instalará en el Congreso de los Diputados desde las once de la mañana del lunes y durante veinticuatro horas.
Las exequias, ha indicado el regidor abulense, se celebrarán «previsiblemente, el martes por la mañana», después de cerrarse la capilla ardiente y de que los restos de Adolfo Suárez sean conducidos en un armón del Ejército desde el Congreso hasta la madrileña plaza de Cánovas del Castillo, con honores militares de jefe de Estado.
Posteriormente y una vez en Ávila, se celebrará una misa de corpore insepulto en la seo abulense, en cuyo claustro reposarán los restos de Adolfo Suárez.
En esa tumba también descansarán los restos de la esposa del primer presidente de la democracia, Amparo Illana, fallecida en el año 2001 y que fue enterrada en la abulense capilla de Mosén Rubí.
Mañana por la mañana, según ha detallado el alcalde de Ávila, serán exhumados los restos de Amparo Illana, para trasladarlos a la sepultura abierta en la catedral.
El funeral de Estado se celebrará, el 31 de marzo, en la catedral de La Almudena, de Madrid, según dichas fuentes.
La tumba en la que reposarán los restos de Adolfo Suárez se encuentra a escasos diez metros de la de Claudio Sánchez Albornoz, enterrado el 10 de julio de 1984.
A la misa de funeral acudieron el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, acompañado por los ministros de Cultura, Javier Solana, y Educación, José María Maragall.
El propio Adolfo Suárez acudió al funeral de quien fue presidente del Gobierno en el exilio durante la II República, entre 1962 y 1971 y cuyo cortejo partió de la sede del Gobierno Civil, hasta la catedral de Ávila.
El Ayuntamiento de Ávila ha decretado tres días de luto y en la fachada del Consistorio lucen las banderas a media asta, con un crespón negro.
Miguel Ángel García Nieto ha destacado que Adolfo Suárez era Hijo Adoptivo de la Ciudad de Ávila y Medalla de Oro de la Ciudad, además de ser «el padre de la democracia moderna de España».
«Hombre de Estado, sencillo, afable, cercano» y «amigo de sus múltiples amigos y de sus múltiples amigos abulenses», Adolfo Suárez, según García Nieto, «antepuso los intereses del Estado al suyo propio, de su familia y de su partido».
1 comentario
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No me parece bién,que un simple mortal,que no ha alcanzado la dimensión espiritual de beato o santo,sea enterrado en una iglesia o catedral.Hay que cambiar estos privilegios inmerecidos de enterrar a los políticos en iglesias o catedrales.¿Os imagináis el disparate de enterrar al Rato,al Aznar o a la Aguirre en la Catedral de Palma??.