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La asociación de consumidores Facua ha alertado de diferencias de hasta el 1.036 % en los precios de un mismo tratamiento odontológico tras el estudio realizado en 150 clínicas odontológicas de catorce ciudades españolas. Durante el mes de julio, Facua ha preguntado a las clínicas odontológicas por el coste de cuatro servicios básicos: extracciones, empastes, limpiezas dentales y endodoncias.

Según dijo en una rueda de prensa el potavoz de Facua, Rubén Sánchez, en el sector odontológico «hay que tener mucha precaución en el factor del precio y con la publicidad engañosa para que el precio posterior no sea brutalmente elevado del inicial». En el caso de las extracciones o exodoncias, la tarifa media en esas catorce ciudades es de 54,21 euros, aunque en este apartado es en el que mayores diferencias se han detectado, ya que mientras una clínica de Barcelona cobra 250 euros, en la misma ciudad otra lo hace por 22 euros, un 1.036 % menos.

Respecto a los empastes, un tratamiento muy común, la tarifa media es de 53,56 euros y los precios pueden variar desde el de una clínica de Valladolid, dónde cobran 147 euros, a una en Badajoz, cuyo precio es de 24 euros, un 513 % menos.

Otro tratamiento que ha sido consultado es el de la limpieza dental, con un precio medio de 49,8 euros, en el que el margen entre la tarifa más cara (Valladolid con 110 euros) y la más barata (Sevilla con 12 euros) es de 98 euros (817 %).

El último servicio analizado por Facua es el de las endodoncias, cuya media nacional en las clínicas encuestadas es de 204,73 euros.

El importe más alto se ha detectado en un centro de Barcelona, con 480 euros, mientras que el más bajo ha sido de cien euros en una clínica de Santiago de Compostela, una diferencia del 336 %.

Rubén Sánchez considera «fundamental» que se realicen inspecciones por parte del Ministerio de Sanidad en coordinación con las comunidades autónomas para detectar «prácticas de intrusismo muy peligrosas» en un sector donde profesionales no cualificados pueden «estar realizando operaciones quirúrgicas que necesitan licenciaturas en odontología y que pueden estar efectuando auxiliares de clínicas sin cualificación práctica para ello».

Para Sánchez, las inspecciones sanitarias también deben servir para controlar el material con el que se está trabajando.