Fotografía de archivo del 29/07/2011 del expresidente del FC Barcelona Josep Lluís Núñez. | Efe

TW
16

El expresidente del FC Barcelona Josep Lluís Núñez y su hijo, Josep Lluís Núñez i Navarro, han ingresado este domingo en la cárcel de Quatre Camins, en el municipio de La Roca del Vallès (Barcelona), para cumplir los dos años y dos meses que les ha impuesto la justicia por el 'caso Hacienda'.

El también constructor y promotor inmobiliario, de 81 años, y su hijo han dado cumplimiento así al requerimiento de la Audiencia de Barcelona, que a principios de este mes de noviembre les dio un plazo de diez días para ingresar en la cárcel tras desestimar sus últimos recursos.

En el caso del expresidente del Barça, la sección novena de la Audiencia rechazó la petición para que se suspendiera su ingreso en prisión a la espera de que el Gobierno resolviera sobre su indulto, al entender que esa medida de gracia tiene nulas perspectivas de prosperar y que el condenado no es «una persona rehabilitada», al no haber mostrado muestras de arrepentimiento.

La condena de dos años y dos meses que ahora empezará a cumplir le fue impuesta por el Tribunal Supremo (TS) por sobornar a inspectores de Hacienda para que hicieran la vista gorda en sus revisiones tributarias.

La Audiencia Nacional rechazó el recurso de los abogados de Núñez para aplazar la entrada en la cárcel dada la gravedad de los hechos que cometió, pues «no se trató de una conducta ocasional, puntual, episódica y de escasa trascendencia, sino de un comportamiento continuado» que se prolongó durante diez años.

La Audiencia, que impuso a Núñez una condena de seis años que después el Supremo le rebajó a dos años y dos meses, recuerda que el procesado ya se benefició de una atenuante de dilaciones indebidas, por lo que ahora no ha creído razonable volver a valorar esa circunstancia para librarlo de la cárcel.

En el caso de Núñez hijo, la sala esgrime en sus autos los mismos argumentos que utilizó para ordenar el ingreso en prisión del expresidente del FC Barcelona y recuerda que Josep Lluís Núñez i Navarro, como su padre, «no ha dado la menor muestra de arrepentimiento y contrición», por lo que no se le puede considerar rehabilitado o reinsertado.