El senador socialista José Montilla (d) y los históricos militantes Raimón Obiols (i) y Anna Balletbó (c) conversan a su salida de la sede del PSC en Barcelona. | Quique Garc

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El PSC ha ratificado este martes por unanimidad el no a Mariano Rajoy en el debate de investidura, con lo que desobedecerá al Comité Federal del PSOE, que mañana reúne a su grupo parlamentario para comunicar a los diputados que deben abstenerse en bloque en la segunda votación.

De los 84 diputados socialistas, hay once que ya han anunciado que no cumplirán la orden de la dirección y rechazarán a Rajoy en las dos votaciones, siete de ellos del PSC, además de Odón Elorza, Margarita Robles, la diputada por Zaragoza Susana Sumelzo y la excomandante Zaida Cantera, apuesta personal de Pedro Sánchez.

Otros cinco parlamentarios están dispuestos a votar en contra de Rajoy, pero prefieren apurar los plazos. En este grupo están los dos representantes por Baleares, Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, y tres diputadas de Castilla y León, Mar Rominguera (Zamora), Esther Peña (Burgos) y Luz Martínez Seijo (Palencia).

El Consell Nacional del PSC, máximo órgano entre congresos, en una reunión de dos horas en la que han pedido palabra hasta 18 consejeros, ha respaldado por 241 votos a favor y sólo una abstención la posición de la dirección liderada por Miquel Iceta.

El primer secretario ha intervenido en la reunión para defender el no a Rajoy, aun siendo consciente de que generará un «problema» con el PSOE.

La resolución votada por unanimidad expresa el rechazo a Mariano Rajoy por sus políticas económicas y sociales y por ser «en gran medida» responsable de la falta de diálogo de los gobiernos catalán y español.

El texto pide específicamente a los diputados del PSC en el Congreso que «voten negativamente la investidura de Mariano Rajoy en primera y segunda votación», alegando que la Constitución no contempla un «mandato imperativo» a los parlamentarios.

Una resolución que se enviará al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, según ha explicado en rueda de prensa la secretaria de Organización del PSC, Assumpta Escarp.

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Después del Consell Nacional, Iceta se ha reunido con los siete diputados catalanes en el Congreso antes del encuentro previsto para este miércoles de todo el grupo parlamentario del PSOE.

Con anterioridad a la esperada resolución del Consell Nacional del PSC y tras participar en las consultas con el Rey, Javier Fernández había evitado hablar de «medidas punitivas» para los diputados díscolos con el argumento de que prefería perseverar en «persuadirlos».

Sin embargo, en su intervención en el Consell Nacional, Iceta no ha cambiado sus postulados y ha defendido el voto contrario a Rajoy, porque cree que los socialistas catalanes no deben estar al lado de una de las «locomotoras» en rumbo de «colisión» con Cataluña.

«Una abstención en la investidura de Rajoy nos inhabilitaría para tender puentes y proponer soluciones en el momento que más falta hacen», ha advertido.

Todo ello pese a ser consciente de que «puede provocar un problema de relación entre el PSC y PSOE», ante lo cual Iceta ha planteado la posibilidad de que Ferraz exija revisar el protocolo entre ambas formaciones.

«Nunca había pensado que el detonante de una crisis entre PSC y PSOE sería un voto de investidura de un presidente del Gobierno del PP», ha recalcado.

En esta línea, el diputado socialista y expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda ha afirmado que no es partidario de romper la relación de décadas entre el PSOE y el PSC «por un calentón», aunque sí cree que habría que revisar el protocolo que existe entre ambos partidos.

Por su parte, el exministro socialista Josep Borrell, en un artículo publicado en El Periódico, se ha decantado por una abstención mínima de diputados del PSOE para facilitar la investidura de Mariano Rajoy, como plantearon ayer ocho secretarios regionales, a lo que la gestora les ha contestado que lo acordado por el Comité Federal tiene carácter imperativo.