Ciudadanos y turistas se han concentrado este viernes en La Rambla para recordar a las víctimas. | SERGIO PEREZ

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Los terroristas que este viernes perpetraron la masacre de Barcelona y Cambrils formaban parte de una célula que había planificado atentar con furgonetas-bomba, pero la explosión del chalé de Alcanar (Tarragona), donde tenían los explosivos, les obligó a cambiar los planes y optaron por arrollar a los viandantes.

Esta es una de las hipótesis que barajan fuentes de la lucha antiterrorista, que, no obstante, reconocen que aún tienen que encajarse todas las piezas del puzzle de la investigación que acaba de comenzar.

Lo que sí tienen claro estas fuentes y otras policiales consultadas es que se trata de una célula organizada, integrada por una decena de miembros, con mucha relación entre ellos, incluso familiar.

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Fuentes jurídicas han subrayado que todo apunta a que los terroristas formaban parte de una célula organizada, pues sus acciones han tenido «más entidad» que la actuación que puede emprender un lobo solitario.

A falta de conocer más extremos de la investigación, las fuentes creen que fue en el chalé de Alcanar donde los yihadistas pretendían preparar dos o tres furgonetas-bomba para perpetrar un atentado de grandes dimensiones.

Sin embargo, en la madrugada de este jueves una explosión en la casa de la urbanización Montecarlo de Alcanar Platja desbarató sus planes y provocó la muerte de una persona. Horas después, se produjo una segunda explosión.

En la casa los inquilinos preparaban explosivos, según se confirmó después.