Efectivos de los Mossos d'Esquadra controlan las cercanías de la Sagrada familia de Barcelona tras la alerta terrorista en la que se encuentra la ciudad. | Quique Garc

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Una falsa alarma por la presencia de una furgoneta sospechosa estacionada en el entorno de la Sagrada Familia de Barcelona ha obligado esta noche a acordonar la zona en el marco de un operativo antiterrorista que se ha saldado sin detenciones.

El operativo antiterrorista, desplegado en un radio de nueve manzanas en el entorno de la Sagrada Familia, ha determinado que la furgoneta sospechosa e inspeccionada por los equipos TEDAX no contenía «material peligroso».

«Hechas las comprobaciones correspondientes se confirma falsa alarma. No hay ningún detenido en relación con estos hechos. Gracias por la colaboración», ha informado la policía autonómica en su cuenta oficial de Twitter.

La visualización de una furgoneta sospechosa con dos ocupantes en las inmediaciones del templo ha llevado al desalojo de la zona, que suele registrar una alta afluencia de visitantes y turistas atraídos por este símbolo icónico de Barcelona y del mundialmente reconocido arquitecto Antonio Gaudí.

Se da la circunstancia de que el despliegue del operativo se ha producido coincidiendo con la celebración de un evento en Barcelona de alcance internacional, como es el partido de Champions que disputan el FC Barcelona y La Juventus de Turín.

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Barcelona, y en concreto sus populares Ramblas, y el municipio tarraconense de Cambrils fueron objeto de un ataque yihadista el pasado 17 de agosto, con el resultado de 16 víctimas mortales y más de 130 heridos.

El operativo de esta noche en el entorno de la Sagrada Familia ha coincidido con numerosas retenciones y largas colas a lo largo del día de hoy en la C-33 y en la autopista AP7 a causa de controles antiterrorista de los Mossos.

Durante el tiempo en el que la zona ha estado acordonada, la policía catalana ha desalojado tanto el templo como los comercios cercanos «para garantizar el trabajo policial» y, según testigos presenciales, las calles se han sumido en un inusual silencio.

La policía ha cortado al tráfico las calles Provença, Roselló y Sardenya y ha recomendado buscar un itinerario alternativo a aquellos ciudadanos que debían desplazarse en este área.

Muchas personas preguntaban a los policías apostados en las calles qué sucedía, en un escenario en el que reinaba la tranquilidad en medio de la curiosidad de vecinos y viandantes.

La circulación del metro ya se encuentra normalizada después de que las líneas 2 y 5 del metro de Barcelona no se detuvieran en la estación de Sagrada Familia durante el operativo.