Con una intervención en la que ha defendido con vehemencia su gestión económica, la gestión de la crisis catalana y su política antiterrorista, Rajoy ha mantenido ante el XIX Congreso Extraordinario del PP la aparente neutralidad que ha defendido en la campaña.
No ha apostado de forma expresa ni por Sáenz de Santamaría, quien le acompañó de cerca en el trabajo del Gobierno frente al desafío separatista catalán, ni por Pablo Casado, quien contó con su confianza como portavoz del partido.
Lo que ha dejado muy claro el expresidente del Gobierno es que en el futuro los populares podrán contar con su lealtad. «Seré leal, y todos sabéis que yo sé lo que es ser leal», ha apostillado después de confirmar que no abandonará el partido.
Una promesa que han recibido con un gran aplauso los compromisarios después de unos días en los que no han sido muy bien vistas en el partido las críticas del expresidente José María Aznar hacia su gestión.
«Me aparto, pero no me voy», ha dicho Rajoy, al que en varios momentos de la jornada se le ha visto emocionado, especialmente al escuchar los elogios de algunos de sus compañeros, entre ellos los de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Rajoy seguirá en el PP «lejos de los focos y de la primera línea» de la política, pero dispuesto para todo aquello que le necesiten. De momento, hoy a sus compañeros les ha hecho una petición, que sean «responsables» en su trabajo futuro y que se preparen para dar siempre «la respuesta adecuada» ante cualquier problema o situación.
«Estáis escribiendo la historia de la España de hoy y tenéis que escribirla bien, y preparáis la historia de mañana», ha subrayado a lo largo de un discurso en el que ha marcado sus diferencias con el PSOE y también con Ciudadanos.
«Podéis mirar atrás con orgullo, otros no tienen nada que mirar, como son nuevos y están sin estrenar les falta el pasado, y otros, si tienen, prefieren no mirarlo para que no se les recuerde», ha ironizado.
Muchas críticas ha lanzado también a quienes han utilizado lo que ha calificado como una «confabulación» (la moción de censura) para echarle del Gobierno, pero también en este punto ha querido trasladar a su partido la confianza en que recuperaran el apoyo en las urnas.
«Cuando las cosas se tuercen, cuando las dificultades arrecian y cuando el horizonte se nubla, los españoles miran al PP buscando estabilidad y certidumbre», ha subrayado Rajoy, que muy convencido ha proclamado: «Volverán a buscarnos».
Un convencimiento que ha sustentado también al reivindicar la labor de su Gobierno en el conflicto político catalán. «Se hizo bien», ha enfatizado, como demuestra, a su juicio, que quienes intentaron declarar ilegalmente la independencia están en prisión o huidos, y ninguno, entre los que ha citado expresamente al expresident Carles Puigdemont, ha vuelto a ejercer las responsabilidades que pretendían «por mucho que lo hayan intentado».
«Cataluña no se independizó y no porque no lo intentaran. No hemos necesitado alharacas ni gesticulaciones; nos ha bastado con la ley y aplicamos el 155, el que algunos decían que no se podía aplicar y ahora parece que lo han inventado ellos», ha subrayado en una nueva referencia a Cs.
Con el mismo énfasis, e interrumpido por los aplausos de los compromisarios, Rajoy ha reivindicado como patrimonio de su partido la recuperación económica que ha experimentado España durante su mandato tras la crisis.
«Nos sobra razón para decir que dejamos una España mucho mejor que la que nos encontramos. Incomparablemente mejor», añadía.
Y a ese «haber» del PP ha sumado también Rajoy su política penitenciaria y ha asegurado que «jamás» ha"caído en la tentación de negociar con ETA», ni ha pagado ningún «precio político» a los asesinos ni ha procedido a ningún «acercamiento de presos».
«A otros les ha faltado tiempo para ceder a las exigencias de los nacionalistas», ha dicho en otra crítica al PSOE.
Ha sido una tarde de lágrimas contenidas para Rajoy, en la que se ha llevado el homenaje de sus compañeros de casa y de fuera con un vídeo en el que ha recibido el saludo y el cariño de numerosos líderes políticos europeos y americanos.
Entre ellos el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, la canciller alemana Angela Merkel, la británica Theresa May, el portugués Antonio Costa y el argentino Mauricio Macri.
Con esta despedida, Rajoy deja la presidencia del PP «agradecido» por todo lo que ha recibido de su partido, que es «mucho más de lo que nunca llegó a imaginar» cuando hace 40 años y empezó pegando carteles electorales en Sanxenxo (Pontevedra).
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