Imagen de archivo de un avión de Ryanair. | Reuters

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La aerolínea de bajo coste Ryanair ha anunciado este martes la reanudación del 40% de su programación de vuelos habitual a partir del 1 de julio, operando casi 1.000 vuelos diarios, aunque lo hará con estrictas medidas de seguridad como el control de temperatura de tripulación y pasajeros o el uso obligatorio de mascarillas.

No obstante, según ha matizado la aerolínea, estas medidas están sujetas al levantamiento de las restricciones de vuelo dentro de Europa por parte los gobiernos y la aplicación de medidas eficaces de salud pública previstas en los aeropuertos.

A partir del 1 de julio, Ryanair volverá a volar desde la mayoría de sus 80 bases europeas, operando unos 1.000 trayectos, con menos frecuencias diarias y semanales.

Desde mediados de marzo, cuando se aplicaron las restricciones de vuelos a causa del Covid-19, Ryanair ha estado operando 30 vuelos diarios entre Irlanda, el Reino Unido y Europa.

«Ryanair cree que esta es la fecha más práctica para reanudar su programación de vuelos habitual, permitiendo que amigos y familias puedan reunirse, que los viajeros vuelvan al trabajo, y que las economías basadas en el turismo, como es el caso de España, Portugal, Italia, Grecia, Francia, entre otros, recuperen lo que queda de la temporada turística de este 2020», ha explicado el consejero delegado de la compañía, Eddie Wilson.

Medidas de seguridad

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Entre estas medidas de seguridad sanitaria que prevé implantar la compañía ante la pandemia destacan la reducción del número de bolsas facturadas, la facturación 'online', la descarga de la tarjeta de embarque en el teléfono del pasajero, así como la realización de controles de temperatura a la entrada del aeropuerto y el uso de mascarillas tanto en la terminal como a bordo de los aviones.

Además, la compañía ha explicado que todos sus aviones están equipados con filtros de aire 'HEPA' (similares a los que se emplean en las salas de emergencia de hospitales) y todas las superficies interiores de los aviones se desinfectan todas las noches con productos químicos, eficaces durante más de 24 horas.

Si bien los controles de temperatura y las mascarillas/protección facial son la clave para lograr una vuelta a las operaciones de forma segura, la compañía ha asegurado que fomentará el distanciamiento social en los aeropuertos y a bordo de los aviones «siempre que sea posible», por lo que no establece una directriz sobre la separación entre pasajeros dentro de los aparatos.

A bordo de los aviones, la tripulación de cabina de Ryanair llevará mascarillas y durante el vuelo se ofrecerá un servicio limitado de catering con bebidas y aperitivos preenvasados, sin aceptar pagos en efectivo.

También se prohibirá hacer cola para ir al baño a bordo, aunque se facilitará el acceso al baño a los pasajeros que lo soliciten de forma individual.

Ryanair exigirá a todos los pasajeros que vuelen en julio y agosto completar un formulario con los detalles (en el momento de la facturación) de la duración de su visita, así como su dirección mientras visitan otro país de la Unión Europea, y esta información de contacto se facilitará a los gobiernos de la Unión Europea para ayudarles a vigilar las normas de aislamiento que exijan a los visitantes de los vuelos intracomunitarios.